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SUELOS DE CHIAPAS:
       138                     MANEJO, CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN







               protegidas por el ANP. “La Frailescana”, después de las Reservas de la Biósfera “La sepultura”,
               “El Triunfo” y el “Volcán Tacaná” en la SMC, ha tenido prioridad en la aplicación de los PSAH,

               que fomentan la conservación de los bosques.

                    Muchos estudios han puesto de manifiesto los efectos positivos de las prácticas de con-

               servación de bosques en los flujos hídricos superficiales (Locatelli y Vignola, 2009; Andréassian,

               2004; Baker y Miller 2013; Carvalho et al., 2014; Awan y Ismaeel, 2014), pero es preciso

               evaluar este efecto a diferentes niveles de cuenca (subcuenca y microcuenca) ya que constitu-

               ye una unidad hidrológica y medio colector-almacenador-integrador de los procesos naturales

               y antrópicos que en ella ocurren (Paré y Gerez et al., 2012; Andréassian, 2004) y además

               sirve para guiar los programas de conservación forestal (Locatelli y Vignola, 2009; Andréassian,
               2004; Paré y Gerez, 2012). La producción de agua superficial y la recarga de acuíferos son los

               servicios ambientales hidrológicos que, a primera instancia, tienen un impacto a corto y a largo

               plazo en la relación cobertura vegetal y producción de agua en cuencas (Carvalho et al., 2014;

               Villón, 2011). Por lo tanto, este trabajo analiza la relación entre los diferentes tipos de usos

               de suelo y vegetación y el flujo hídrico superficial; y cómo la conservación a través del PSAH

               impacta en el flujo hídrico superficial y recarga de acuíferos.

                    La evaluación de los servicios ambientales hidrológicos requiere de una estimación correc-
               ta del balance hidrológico debido a que éste está detrás de todo lo que sucede en las cuencas;

               es decir, comprende el ciclo en sus diferentes fases, la forma en que el agua que se recibe por

               precipitación y se reparte entre la evapotranspiración, la escorrentía y la infiltración. Diversos

               autores que trabajan modelos hidrológicos reconocen que, en general, los modelos permiten

               comprender mejor la dinámica hídrica en las cuencas y hacer predicciones del comportamiento

               del sistema que se estudia (Vargas et al., 2015). La ecuación de balance hidrológico es una ex-

               presión muy simple, aunque la cuantificación de sus términos es normalmente complicada por








                             Universidad Autónoma de Chiapas
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