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SUELOS DE CHIAPAS:
154 MANEJO, CONSERVACIÓN Y RESTAURACIÓN
En las microcuencas 17 y 20 se registra un aumento tardío de la escorrentía, alcanzando
caudales promedio de 1.5 m s . En años anteriores al 2000 la escorrentía superficial se man-
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tenía en dichas microcuencas. Se evidencia que las microcuencas de la parte baja de la sub-
cuenca acumulan gran cantidad de agua que proviene de las microcuencas de la zona media
y alta, teniendo que la suma de todos los aportes menores a 2.7 m s son los que generan
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grandes caudales en la parte baja. A partir de la microcuenca 7, se tiene una gran acumulación
de caudales promedio de 6.4 m s .
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CONCLUSIONES
Al comparar las pendientes con los caudales de salida de la cuenca se demuestra que existen
varias microcuencas de la zona alta que aportan pequeños caudales al cauce principal a pesar
de su alto porcentaje de pendiente. Los cambios de inclinación hacen que una gran cantidad
de agua se acumule en la zona baja en un solo cauce principal que tiene pendientes menores
de 30%. Esta situación determina que la configuración de la red de drenaje y las altas pendien-
tes tiendan naturalmente a la acumulación de agua en la zona baja, situación que es indepen-
diente de la presencia de ciertos ecosistemas.
Los tipos de suelos presentes en la subcuenca influyen en el proceso de infiltración y en
las dinámicas del acuífero con los cauces. La mayoría de los tipos de suelos presentes, tienen
buena capacidad de infiltración según su grupo hidrológico, pero se puede mantener y mejo-
rar esta capacidad con el manejo de la vegetación.
Con base a la dinámica hídrica de la subcuenca en los años de 2011 y 2013, las micro-
cuencas han aumentado su caudal de salida. La subcuenca tiene el 54.27% de su área en
pendientes superiores a 45%, predomina el bosque mixto y los acahuales, y los suelos tienen
alto potencial de infiltración. Con un aumento en la precipitación de 810 mm en julio de 2011,
Universidad Autónoma de Chiapas
