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122 SAMUEL ENCISO SÁENZ PERLA VARGAS VENCIS el temor de perder su terreno o ante cualquier otro peligro, para ellos no es importante el polvo que emite la fábrica y eligen tomar los riesgos a la salud al apropiarse de un pequeño predio. Cuando se dio el proceso de apropiación en Chiapas Solidario, ya existían colonias vecinas, algunas tenían más de 30 años de fundación. En ese periodo no se realizaron confictos con la fábrica de cal. Para los vecinos de La Cantera la perspectiva fue otra, la señora Irma Jiménez y su esposo el señor Sergio Reyes, ambos profesionistas jubilados, de poco más de 55 años, viven aproximadamente a 50 metros de la barda perimetral de Caleras Maciel, ellos comentaron que desde hace 30 años viven allí. Tienen una vivienda construida de concreto, son dos plantas que disponen de todos los servicios públicos. Además, de ellos, viven sus dos hijos uno es profesio- nista y la otra, en el momento en que realizamos la investigación de campo, estaba cursando estudios de licenciatura. Según el señor Sergio Reyes, el proceso de apropiación de la tierra se dio en tres etapas. La primera en 1994, cuando la población invade el predio y se apropia de éste. Al suscitarse la inva- sión, los dueños de la industria no intervienen. Ante este aparenta apatía de los empresarios, los vecinos de las colonias aledañas se inconforman. Así lo relata el señor Reyes, “había una relación cercana entre el dueño de la calera [Don Carlos Maciel] y la gente; incluso el patrón era padrino de algunos de los hijos de los empleados (…), había una relación, digamos, de amistad entre el dueño y los trabajadores. El informante, comentó que esta relación se perdió cuando falleció Don Carlos 20 Maciel, todavía hasta el año 2006, el empresario donaba grava para revestir las calles, porque cuando llovía mucho, se podían lodosas y era difícil transitarlas, mientras que en temporadas de sequía, enviaba pipas de agua para que no hubiera tanto polvo. La segunda entre 1995 y 1996, cuando los líderes de tres partidos Revolucionario Institu- cional (PRI), de la Revolución Democrática (PRD) y Partido Frente Cívico (PFC), buscan ganar adeptos, con la promesa de otorgarles un pedazo de tierra y apoyarles con los trámites de re- gularización del espacio, pero al mismo tiempo, participan en el desalojo de familias que meses antes se habían establecido. La tercera, inicia en 1997, cuando a simpatizantes del PRD y PFC, se les cristaliza el ofrecimiento y les permiten la posesión y uso de un predio. Los afliados al PRI no 20 Señor Sergio Reyes, habitante vecino de la colonia La Cantera, 20 de junio de 2012. Universidad Autónoma de Chiapas