Page 106 - DESARROLLO URBANO EN EL ÁMBITO SOCIAL DE BAJOS INGRESOS
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DESARROLLO URBANO EN EL ÁMBITO SOCIAL DE BAJOS INGRESOS.
      106      POSIBILIDADES Y OBSTÁCULOS. EL CASO DE BERRIOZÁBAL, CHIAPAS (1980-2005)






                    En resumen, los datos cuantitativamente evidencian que la expansión urbana fue mayor en los
               barrios periféricos de bajos ingresos, comparado con la localidad de Berriozábal, que creció en me-

               nor porcentaje (10.90% menos) que los barrios periféricos de bajos ingresos. Además, una de las

               características específicas de la expansión urbana incontrolada de bajos ingresos, es la observanción

               de dos tendencias de crecimiento. Miravalle, Bugambilia y Juan Sabines, adicionan la mayor parte

               de su estructura urbana, entre dos a tres quintas partes (66.04%, 47.68% y 41.07% ), a partir del

               inicio de la segunda década del período denominado “localidad regional” (2000) y San Miguel adi-

               ciona tres quintas partes de su área urbana en el período denominado “localidad urbana” (1980).

                    Pero ¿cuál fue la razón del incremento territorial (superficie), después del año 2000, en la

               periferia urbana de bajos ingresos, en Berriozábal, Chiapas?, y ¿qué procesos intervinieron en la
               expansión urbana incontrolada de bajos ingresos? Estas interrogantes se explican debido a la pre-

               sencia de factores locales y extralocales.

                    Los factores locales, vinculado al acelerado crecimiento demográfico del municipio en las

               décadas anteriores  y, por ende, de la localidad; así como, la disponibilidad de terrenos ejidales
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               de uso agrícola, incorporados a uso urbano, por ejidatarios e hijos de ejidatarios mediante el







               76  La encuesta arroja que el 67% de las familias, que actualmente residen en los barrios periféricos de bajos ingresos, tenían
               como residencia antes de llegar al barrio, la propia localidad de Berriozábal; en su mayoría, hijos de ejidatarios que adquirieron
               el lote con algún ejidatario, pequeño propietario, colono acaparador o por donación/herencia de los padres (ejidatarios). Así
               mismo, el 13% de las familias, no son dueños de los lotes, toda vez que los datos primarios muestran que están en renta o en
               carácter de préstamo por algún familiar cercano. (Cfr. Cuadro 1.13c).
               77  La propiedad ejidal representa el 38% de la tierra en el municipio y el ejido de Berriozábal es el más grande, con una super-
               ficie de 4,780 hectáreas, fundado en 1937. La mayor parte de la periferia urbana se asienta en suelo ejidal y es potencialmente
               codiciado por los colectivos de bajos ingresos, debido a que el precio de acceso es el más bajo, en comparación con la pro-
               piedad privada, que en el municipio representa el 47.3%. El suelo urbano ejidal en la periferia urbana no está incorporado al
               fundo legal, debido a la oposición que manifiestan los propios ejidatarios, en torno a al proceso de regularización. Además, del
               reconocimiento de un solo solar, económicamente implica la obligatoriedad de pagar impuesto predial en mayor cantidad, com-
               parado con los 10 pesos que pagan a la tesorería del ejido en forma anual. (Cfr. Gobierno Municipal de Berriozábal, 2002a: 58).






               UNACH         Universidad Autónoma de Chiapas
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