Page 93 - Salud y políticas públicas
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MEDIDAS DE PREVENCIÓN ANTE DESASTRES EN HOSPITALES DE TERCER NIVEL ¿ESTAMOS PREPARADOS? 93 Los materiales de construcción están directamente vinculados a dos aspectos mencionados, que infuyen en los mismos, tanto en la calidad como en la cantidad utilizada. Seguridad no estructural. Los elementos relacionados con la seguridad no estructural, frecuente- mente no implican peligro para la estabilidad global del edifcio, pero si pueden poner en riesgo la vida o la integridad de las personas dentro del edifcio. Estos se evalúan tomando en cuenta si están desprendidos, si tienen posibilidad de caerse o volcarse, afectando zonas estratégicas es- tructurales, verifcando su estabilidad física (soportes, anclajes y depósito seguro) y la capacidad de los equipos de seguir funcionando durante y después de un desastre (almacenamiento de reserva y válvulas de seguridad, conexiones alternas, entre otros). Así, desde este punto se analiza la seguridad relativa a las líneas vitales, los sistemas de calefacción, ventilación y aire acondicionado en áreas críticas, los equipos médicos de diagnóstico y tratamiento. También se evalúan los elementos arquitectónicos, a fn de constatar el revestimiento del edifcio, incluyen puertas, ventanas y voladizos, la penetración de agua y objetos volantes, y todos aquellos elementos referentes. La organización funcional de un hospital, como medida de prevención en desastres, es la capacidad operativa de una unidad médica hospitalaria durante y después de una contingencia o desastre; implica la organización técnica y administrativa de su personal (general y directivo) para que exista la colaboración y la relación que contribuya a mejorar la efectividad y efciencia en aten- ción de un saldo masivo de lesionados. Dentro de estos se encuentra todo el personal de salud, enfermeras, médicos, químicos, trabajadores sociales, nutriólogos, odontólogos, entre otros. En este escenario, el personal de salud tiene un rol fundamental, su accionar puede contribuir a incrementar o reducir el riesgo de su lugar de trabajo. Las enfermeras y todos los trabajadores que laboran en instituciones de salud desde las más grandes -desde el tercer nivel, que existen en menor cantidad, pero que representan la máxima capacidad resolutiva en atención e investigación médica; hasta el primer nivel, que son las más pe- queñas, existentes en mayor número y que atienden la mayor proporción de demanda de servi- Universidad Autónoma de Chiapas