Page 68 - DESARROLLO URBANO EN EL ÁMBITO SOCIAL DE BAJOS INGRESOS
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DESARROLLO URBANO EN EL ÁMBITO SOCIAL DE BAJOS INGRESOS.
68 POSIBILIDADES Y OBSTÁCULOS. EL CASO DE BERRIOZÁBAL, CHIAPAS (1980-2005)
más pobladas del país, con una población pluriétnica y pluricultural; dividido en 15 regiones socioe-
conómicas, entre las que se encuentra la Región I-metropolitana. En Chiapas existen quince regiones
económicas, delimitadas por los municipios que integran dichas regiones. La Región I Metropolitana
está conformada por los municipios de Tuxtla Gutiérrez, Chiapa de Corzo, Suchiapa y Berriozábal
(Cfr. Art. 24, Ley Orgánica de la Administración Pública del Estado de Chiapas).
El municipio de Berriozábal colinda al norte con los municipios de Tecpatán y Copainalá; al
sureste con Tuxtla Gutiérrez; al este con San Fernando y al oeste con Ocozocoautla (Cabrero,
2002: 560). Su extensión territorial es de 395 kilómetros cuadrados y la población en el año 2010
fue de 42,402 habitantes (INEGI, 2010), distribuidos 15,015 habitantes en localidades entre 1 a
2499 habitantes y 27,387 personas en localidades mayores a 2,500 habitantes .
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El municipio está integrado por fincas , en tierras ejidales y propiedad privada. Las principa-
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les actividades económicas del municipio son la agricultura y la ganadería y, en menor escala, la
40 Según la clasificación realizada por el INEGI, se considera población rural la que habita en localidades menores a los 2,500
habitantes y urbana la que radica en localidades mayores a 2,500 habitantes. Según la clasificación de Unikel son “poblaciones
rurales”, localidades menores a 5,000 habitantes;“urbanas”, localidades mayores a 15,000 habitantes y “mixtas”, localidades
mayores a 5,000 y menores a 15,000 habitantes (cuyos absolutos son la diferencia entre la población total y la suma de la
población rural y urbana).
41 Los asentamientos europeos en el hemisferio occidental, establecieron, en la parte sur, un patrón de desarrollo agrario co-
nocido como “plantaciones, fincas y haciendas”, grandes propiedades de aristócratas trabajadas por esclavos o campesinos. En
América Latina, estas “haciendas o fincas” son propiedades grandes, esto en sentido social, que le da estatus a sus propietarios
y tiene como significado primario la generación de utilidades o una empresa productora de ingresos. En el caso de Chiapas,
las haciendas o fincas, desde el contexto de grandes propiedades o latifundios, han ido desapareciendo aunque todavía existen
diseminadas por el estado un par de ellas. En Berriozábal, las Fincas son pequeñas —menores a 20 has.— propiedades agrí-
colas, emplazadas en tierras ejidales o propiedad privada, sobre la parte norte de la cabecera municipal, en la que se ubican
sus comunidades rurales. Presentan dos patrones de operación: el primero, por un propietario, conocido como “ranchero o
campesino”, en la cual la fuerza de trabajo es propia para proveer en pequeña escala los medios de capital escaso, tanto para
el autoconsumo y, en algunos casos asegurar, un excedente de producción para los mercados locales de la región. No cuenta
con fuerza de trabajo dependiente. El segundo, caracterizado por un propietario agrícola o pecuario dominante, normalmente
con una fuerza de trabajo dependiente, —el dueño ni trabaja la tierra, ni reside en la finca—, organizada para proveer en pe-
queña escala los medios de capital escaso, a un mercado, en la cual los factores de producción se utilizan para la acumulación
de capital. (Cfr. Álvarez, 1996: 46-47).
UNACH Universidad Autónoma de Chiapas