Page 81 - LA POBREZA, GÉNERO, ENVEJECIMIENTO POBLACIONAL
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La Pobreza desde una PersPectiva de género 81
Las remuneraciones reales decrecientes y bajas de los jefes del hogar obligaron a los hogares a
utilizar de manera más eficiente los recursos humanos disponibles, observándose una tendencia
ascendente en el número promedio de perceptores de ingreso y en los índices de utilización de
la fuerza de trabajo. Dicho aumento se produjo, primordialmente, a través de la inserción de mu-
jeres, jóvenes y menores en ocupaciones con ingresos y condiciones de trabajo inestables. Como
resultado de la creciente inserción de las mujeres en el ámbito laboral, su contribución al ingreso
familiar se incrementó. De hecho, el porcentaje de unidades domésticas en las que las “amas de
casa” no realizaron contribución monetaria alguna disminuyó de manera significativa durante el
período en observación, sobre todo, en los estratos de menores ingresos.
Las características de los nuevos perceptores de ingreso -menores y adolescentes, mujeres
casadas con hijos en edad preescolar, entre otros, sugieren algunos posibles efectos perniciosos.
Así, por ejemplo, la urgencia de obtener ingresos suplementarios en el hogar implicó una sobre-
carga laboral para las mujeres. Muchas de ellas han debido combinar el tiempo dedicado al trabajo
doméstico con modalidades diversas de participación en labores remuneradas.
Más aún, su incorporación al mercado de trabajo formal o informal probablemente tendió a
reducir -en ausencia de cuidado alternativo de carácter institucional o familiar- la atención prestada
a los hijos, lo cual pudo tener graves implicaciones para la salud y el desarrollo de los menores.
Con la irrupción de la crisis por siempre latente y recurrente, la tendencia descrita no sólo
se vio frenada sino que incluso se revirtió: la evidencia disponible indica que entre 1981 y 1988
se registró un incremento en los niveles absolutos y relativos de pobreza y marginación. Según
las cifras de Hernández (1991), el porcentaje de la población en condiciones de pobreza pasó de
48.5% en 1981 a 58.5% en 1984 y a 59% en 1988, lo que significó que su número se incremen-
tara en aproximadamente 14.2 millones de personas, al pasar de 34.6 a 48.8 millones entre 1981
y 1988. La población en condiciones de pobreza extrema también aumentó en los años ochenta:
ésta pasó de 26.1% en 1981 a 29.9% en 1984, para finalmente, observar hacia fines de la dé-
cada una leve disminución en su participación relativa (28.2% en 1988). En términos absolutos,
el número de personas en esa condición aumentó de 18.6 a 23.2 millones entre 1981 y 1988.
Universidad Autónoma de Chiapas