Page 280 - LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO
P. 280

LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO.
      280      HISTORIA, CARACTERIZACIÓN Y PERSPECTIVAS






                    Como ya se mencionó, esta clasificación inicialmente basada en caracteres morfológicos,
               adecuada a su distribución continental y a los eventos históricos, actualmente pareciera natural

               tomando en cuenta los datos genéticos. De acuerdo con estos, cada subespecie de B. primige-

               nius fue domesticada independientemente en alguna zona de su rango de distribución, dando
               lugar a las poblaciones ancestrales de B. taurus y B. indicus. De manera simultánea al proceso de
               domesticación, la caza humana de uros continuó y esto, sumado a la competencia con los hatos

               domésticos, provocó que sus poblaciones desaparecieran gradualmente hasta que, en el s. XVII,

               se extinguieron (Loftus et al., 1994; van Vuure T, 2002).


                    Ancestría mitocondrial de los bovinos Criollos latinoamericanos

               Desde que comenzó el estudio de la diversidad genética mitocondrial de los bovinos Criollos Lati-

               noamericanos, la descripción de haplotipos nuevos ha sido una constante. Hasta la fecha, poblacio-
               nes de algunas islas caribeñas (Santa Lucía, Antigua, Guadalupe) (Magee et al., 2002; Miretti et al.,
               2004), Argentina (Miretti et al., 2004; Mirol et al., 2003), Brasil (Miretti et al., 2002), Bolivia (Mirol

               et al., 2003) y Colombia (Carvajal-Carmona et al., 2003) han sido analizadas. En todas ellas, se ha

               reportado la presencia tanto de la familia haplotípica europea T3, como de la familia africana T1.
                    La ascendencia mitocondrial de las razas Criollas (todas taurinas) ha confirmado los datos histó-
               ricos sobre su arribo a América desde España y Portugal, pero también ha expuesto algunas noveda-

               des. Dado que la diversidad mitocondrial ibérica incluye la familia T1, sobre todo las poblaciones del

               sur de la península, con mayor contacto africano, no es extraño encontrarla en los bovinos america-
               nos; además, se sabe que la mayor fracción de colonizadores españoles y portugueses provenía de
               esa región. Sin embargo, en América ha aparecido un nuevo grupo de haplotipos africanos, deno-

               minado AA, que no ha sido hallado ni en el Continente Africano ni en la Península Ibérica (excepto

               raza española Retinta, ver a continuación) u otras costas mediterráneas. La secuencia consenso de
               este grupo (AA1) posee las tres mutaciones características del haplotipo T1 (posiciones 050, 113,
               255) con respecto al T3 más otras cuatro (posiciones 053, 122, 139 y 196), de tal manera que es

               genéticamente más distante del T1 que este último del T3 (Figura 8) (Miretti et al., 2002, 2004;

               Magee et al., 2002).






                             Universidad Autónoma de Chiapas
   275   276   277   278   279   280   281   282   283   284   285