Page 284 - LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO
P. 284
LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO.
284 HISTORIA, CARACTERIZACIÓN Y PERSPECTIVAS
En la muestra de 93 especímenes BCM, no se encontraron representantes del linaje B. indi-
cus, ni de las otras dos familias taurinas europeas (T, T2), la asiática (T4), tampoco representantes
de la familia africana americana (T1a). Estos resultados indican que, en efecto, el aislamiento geo-
gráfico de las poblaciones de BCM las ha mantenido ajenas a la influencia de razas cebuinas que
se han venido importando desde la década de 1930, por lo menos vía materna. Por otro lado, en
un análisis de la diversidad autosómica (9 microsatélites) de Criollos de los estados de Chihuahua,
Durango, Nayarit y Guerrero, si bien no se encontró evidencia de influencia B. indicus vía paterna,
no se descartó del todo para la población más disímil de ellas (Guerrero), pues mostró una clara
diferenciación del resto, siendo la más cercana genéticamente a la raza cebuina Guzerat, también
analizada (Ulloa et al., 2008).
Después de una doble secuenciación, el H29 resultó ser heteroplásmico (G y A en la posi-
ción 16,099), por lo cual fue excluido de los análisis filogenéticos. Mediante la construcción de un
árbol filogenético (Figura 9A) y una red de haplotipos (Figura 9B), se observó que los 29 haplo-
tipos mexicanos se agruparon ya fuera con la familia europea T3, o con la africana T1. En la red,
pueden observarse las relaciones que guardan los 29 haplotipos mexicanos así como su frecuencia
relativa en la muestra total (N=92). Estos datos confirman que los BCM son descendientes de
bovinos españoles pues su constitución haplotípica es una submuestra de la encontrada en las
razas españolas, la cual incluye las familias B. taurus europea T3 y africana T1.
Universidad Autónoma de Chiapas