Page 43 - CONSULTORÍA SOCIAL

CAPÍTULO 1: REALIDADES SOCIALES, CAMBIOS
Y CONSULTORÍA SOCIAL 43

personas y grupos con objetivos semejantes y pueden contribuir a modificar una correlación
de fuerzas desfavorable. Una de las más importantes funciones sociales de la consultoría social

es la de “puente” entendida como lazos de diálogo entre entidades sociales, por ejemplo

las instituciones y las comunidades. Sin embargo, un buen consultor no utiliza la función con

fines políticos personales. Una vez que enlaza a las partes y les ayuda a dialogar y entenderse,

baja su perfil y adopta la actitud, de agente coadyuvante, no sustituye liderazgos naturales y

legítimos, no es oportunista político.

Por la naturaleza constructivista (no ingenua) de la consultoría, siempre se debe privilegiar
el diálogo, no la confrontación, resaltar las semejanzas y no las diferencias, favorecer las alian-

zas a partir de las coincidencias y los intereses y no la polarización de posiciones, la reducción

del conflicto y no su escalada, la paz y no la violencia.

1.4 Complejidad y reflexividad en la metodología

de la consultoría social

Una diferencia importante entre consultorías tradicional y social es el enfoque holista de esta

última. La mayoría de las herramientas metodológicas de la consultoría empresarial provienen

de la administración y son lineales. En cambio, la social debe considerar aspectos que a la em-
presarial no le interesan. Aunque la social también puede proporcionar servicios a empresas lo

hace bajo un paradigma en el cual la rentabilidad debe contribuir a la equidad, la justicia social

y la sustentabilidad, es decir que las metas de eficacia, eficiencia y efectividad que propician la

rentabilidad deben estar al servicio de objetivos más amplios, no pueden ser los fines y menos

aún la especulación, porque el punto de partida de la consultoría social tiene más que ver con

la economía ecológica que con la clásica, que trata a los bienes comunes naturales como la
tierra, el agua y las semillas solo son insumos. Cuando se trata de bienes de la naturaleza, estos

no pueden ser entendidos como “externalidades”, en proyectos que incluyen el concepto de

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