Page 291 - LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO

LA DIVERSIDAD GENÉTICA DE LOS BOVINOS CRIOLLOS MEXICANOS
MEDIANTE SECUENCIAS DE DNA MITOCONDRIAL 291

Origen geográfico de los haplotipos mexicanos encontrados
Como se mencionó anteriormente, el haplotipo H1/T3 es el más común en toda Europa y en el

Cercano Oriente. La familia T3 a la que pertenece se extiende hasta el noroeste asiático, donde

tiene una presencia importante (segundo, después de la familia T4) y, finalmente, tiene muy poca
frecuencia en el norte de África. Por su parte, el haplotipo H3/T1 es el más representado en
África, y en menor grado tanto en el Cercano Oriente como en algunas razas de países ibéricos y

mediterráneos (Italia, Francia y Grecia). Tercero en frecuencia en los BCM, se encuentra un haplo-

tipo de afinidad africana, el H2a, que junto con los H9a, H18a y H19e, sólo se han reportado
en otros criollos americanos, pero no en Asia, Europa o África.
Si a estos últimos cuatro haplotipos se les suman los cinco haplotipos nuevos de los BCM, un

total de nueve (o doce, incluyendo al H22a de la población BCLC, y a los dos haplotipos nuevos

de BCLC y BL) secuencias D-loop en México no han sido previamente descritas. El cuarto lugar
en frecuencia lo tienen los H4e y H5e. El primero, previamente descrito en un individuo Criollo
de Bolivia (Giovambattista et al., 2006, GenBank) y en un par de especímenes de China (Xuebin

et al., 2003, GenBank; Gou & Mao, 2007, GenBank); el segundo, en razas ibéricas (Beja-Pereira

et al., 2006; Cymbron et al., 1999; Giovambattista et al., 2006, GenBank), en un individuo de
Islandia y en uno de Colombia (Carvajal-Carmona et al., 2003).
En los BCM + BCLC encontramos cinco haplotipos que sólo han sido descritos en otras

razas criollas del Continente Americano. El H2a se ha descrito en otras razas criollas de Colombia

(Carvajal-Carmona et al., 2003), Bolivia (Giovambattista et al., 2006, GenBank), y en otros indivi-
duos mexicanos (Giovambattista et al., 2006 y 2007, GenBank); el H9a sólo en un individuo de
Colombia (Carvajal-Carmona et al., 2003); el H19e sólo en E.U.A. (Ward et al., 1998, GenBank;

Giovambattista et al., 2006, GenBank) y; el H22a en Colombia (Carvajal-Carmona et al., 2003)

y Ecuador (Giovambattista et al., 2007, GenBank).
Tal como en el caso de los haplotipos nuevos, la ausencia de estos haplotipos en las muestras
europeas y africanas investigadas hasta el momento puede deberse a su extinción o bien, a que se

requiere de un mayor muestreo para encontrarlos en aquellas poblaciones. Por ejemplo, el H18a

que sólo había sido reportado para dos razas de Colombia (Carvajal-Carmona et al., 2003) y una

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