Page 284 - Salud y políticas públicas
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JUSTO ROJAS LÓPEZ 284 KARINA MARTÍNEZ HERNÁNDEZ lento de las enfermedades infecciosas, pero que al fnal terminan despareciendo abruptamente entre 1990 y 1995. Además, que los tumores malignos ganan importancia entre 1980 y 1990, para luego mantenerse como la segunda causa de muerte hasta llegado el año 2000; y después caer a la tercera en 2005 y 2007. Por su parte, las digestivas desaparecen de los primeros lugares en 1985 y 1990, pero reaparecen en 1995 para permanecer en el 4to. Por otro lado, en1980 Diabetes mellitus que no aparecía para las mujeres, destaca en 1985 en el quinto sitio y en los siguientes años tiene una progresión casi lineal hasta que al último se reafrma como la segunda causa de muerte en ese género; asimismo, en el 2000 aparecen las enfermedades respiratorias crónicas en el quinto puesto y se mantienen ahí hasta el último año que se observa. Tratándose de los hombres, los accidentes -que eran la segunda causa de muerte- se man- tienen en esa posición hasta 1995 para después descender de forma progresiva hasta que en 2007 caen al quinto puesto; en tanto las enfermedades infecciosas también se mantienen en su caso hasta 1990, pero luego desaparecen del espectro. En el caso de las infecciones respiratorias también desaparecen, pero desde 1985. En cambio, las enfermedades digestivas se elevaron progresivamente hasta que en 2005 ocuparon el segundo puesto, aunque en 2007 descienden un lugar. Por otro lado, surgieron otras enfermedades que no fguraban en 1985; por un lado, los tumores malignos aparecen en 1985 y de manera pausada se elevan en importancia hasta alcan- zar su máximo en 2005 con el tercer puesto, aunque después en 2007 reducen un escalón; por su parte, en el 2000 de manera excepcional aparecieron las lesiones intencionales en el quinto puesto para después desaparecer, y fnalmente en el 2000 la Diabetes mellitus surge intempesti- vamente, ya que del quinto puesto se elevan hasta alcanzar en únicamente siete años el segundo lugar como causa de muerte para este sexo. Con todo ello, es evidente que, en el último año 2007, lo que se tiene es un cambio casi radical del escenario, tanto para las mujeres como para los hombres, en el que las enfermedades infecciosas han dejado su lugar a las degenerativas que dominan el contexto. Pero no se puede ne- gar al género en la infuencia respecto a la posición y la permanencia de ciertas causas de muerte de manera diferenciada. De esta manera los accidentes en los hombres o los tumores malignos en las mujeres, aunque con variaciones, permanecen como causas principales. Aunque también Universidad Autónoma de Chiapas