Page 277 - Salud y políticas públicas
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TENDENCIAS DE LOS INDICADORES DE SALUD Y GÉNERO EN MÉXICO. UN ANÁLISIS SOCIODEMOGRÁFICO 277 Estas características de la masculinidad dominante son en sí mismo requisitos extremos y por ello tienen, como se ha venido mencionando, profundas consecuencias ya que como menciona Kauffman (2008), generan en ellos un enorme dolor puesto que sus exigencias son imposibles de alcanzar y, por tanto, siguen experimentando una gama de necesidades y sentimientos considera- dos inconsistentes con dicha masculinidad lo que también se vuelve fuente de temor. Por el otro lado, la feminidad en su vertiente dominante se entiende, según Lagarde (2001), como la distinción cultural históricamente determinada, que caracteriza a la mujer a partir de su condición genérica y la defne de manera contrastada, excluyente frente a la masculinidad, sus características son asignadas desde la masculinidad dominante y representan un modelo natural, eterno y ahistórico. Este modelo tienen un patrón regular de exigencia en el que se encuentra como base que la identidad femenina es para y de los otros por lo que las mujeres son: depositarias del cuidado de, generalmente, menores y enfermos, aunque también de los hombres; por ello, cualidades como la sumisión, la compasión, la abnegación, y la sensibilidad son las más adecuadas. Como son seres para otros siguiendo a Basaglia (1987) el placer les queda vedado y por tanto la sexualidad sólo es permitida para la reproducción o la complacencia de los hombres y por lo tanto dispuesta a los servicios a la sociedad con su representantes en la política pública, la medicina y el patriarcado. Además, esto acarrea que la estética femenina sea meramente instrumental. Por otro lado, en tanto que para la masculinidad pertenece el espacio público para las mujeres es el espacio privado, el hogar y al estar confnadas al espacio privado se les niega la actividad y la competencia por lo que se les adjudica la pasividad. Estas características de la feminidad dominante también generan problemas serios para las mujeres, ya que tampoco ninguna mujer puede cumplir dichos atributos, lo que genera contra- dicciones por no haber correspondencia entre la identidad asignada con la identidad vivida lo cual acarrea procesos complejos, dolosos y confictivos (Ibíd.). A partir de estas características básicas de las identidades dominantes de la masculinidad y feminidad se piensa será posible comprender las diferencias en los diferentes aspectos de la salud analizados que se presentan a continuación. Universidad Autónoma de Chiapas
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