Page 57 - EL CULTIVO DE LA PALMA DE ACEITE
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2. FITOSANIDAD DEL CULTIVO DE LA PALMA DE ACEITE 57
hongo. Las manchas se hacen confluentes y gran parte de la lámina foliar se necrosa en más del
95%, secándose toda la hoja, especialmente las inferiores (Cenipalma, 1996).
Este complejo de hongos débiles requiere de una herida hecha por algún insecto o
daño mecánico para penetrar la cutícula de los foliolos de palma y causar la enfermedad
(Chinchilla, 1989; Zenner y Posada, 1992). La afección puede aparecer en cualquier estadio
de la palma, pero en general es más severa en plantaciones mayores de cinco años (Chin-
chilla, 1989), pudiendo causar reducciones de producción superiores al 36% (Zenner y Po-
sada, 1992). Escalante et al. (2010), reportan al insecto Leptopharsa gibbicarina (Hemiptera:
Tingidae) como agente de inoculación y diseminación de la enfermedad por las heridas que
causan con sus picaduras ninfas y adultos en el envés de las hojas, al alimentarse. La enfer-
medad incrementa su severidad a medida que se desciende en el dosel, pero afecta por igual
a toda la hoja.
En cuanto al manejo de la enfermedad se dice que ésta se ve favorecida por falta de un
balance apropiado de nutrientes (deficiencia de Mg) y falta de humedad en el suelo, entre
otros. Por otra parte, se debe tener control del insecto mediante aplicaciones de productos in-
yectados en el tronco; entre los insecticidas empleados en esta forma está el Monocrotophos
y el Dicrotophos, con efectividad del 100%, en palmas mayores de 11 años y aplicados en un
solo hueco en el tronco, mientras que en las palmas jóvenes no se logra control en todas las
hojas (Posada y Zenner, 1992).
Virus mosaico de la palma
Este virus se reportó en 1996, en Ecuador, infectando plantas de palma de aceite. Las plántulas
presentan un moteado compuesto de áreas verdes y cloróticas, en forma de rayas disconti-
nuas o en patrones de anillos irregulares (Rivera et al., 1996).
Universidad Autónoma de Chiapas