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CONSULTORÍA SOCIAL.
34 ALTERNATIVA PARA EL DESARROLLO PROFESIONAL EMERGENTE
sonante e independiente de las actividades, atendiendo órdenes superiores. El asalariado “se
alquila” y obedece. Por supuesto, hay trabajos asalariados altamente satisfactorios. Sin em-
bargo, las personas con hambre de autonomía, suficiente seguridad en sí mismas, creativas y
con deseos de cambiar los aspectos de la realidad que no les gustan pueden ser consultores
sociales potenciales, constructivos y exitosos.
A esta forma alternativa de trabajo no asalariado la llamamos consultoría social porque atien-
de segmentos que no interesan a la empresarial establecida; se trata preferentemente de sujetos
marginales, con problemas, actividades económicas y temas diversos; es social porque sirve o con-
tribuye a integrar grupos que pueden compartir intereses y necesidades estratégicas y estar con-
vencidos de la conveniencia de cooperar y organizarse para alcanzar objetivos y metas comunes.
La consultoría como actividad profesional, nació en el seno de grandes empresas en Es-
tados Unidos a finales de la década de los cincuenta del siglo XX, como un servicio temporal
orientado a mejorar los procesos internos de comunicación y producción en el marco de una
investigación de psicología aplicada, cuyo objetivo era comprender la importancia de la comu-
nicación en las relaciones humanas y laborales, así como la presencia o ausencia de motivación
de los trabajadores para elevar la productividad.
La principal retribución de los investigadores hacia las empresas era la retroalimentación
relacionada con sus hallazgos, que se traducían en sugerencias para mejorar el ambiente laboral
y como consecuencia la productividad. Hay enfoques metodológicos genéricos de la consultoría:
Servicio prestado por una persona o personas independientes y calificadas en la identificación e
investigación de problemas relacionados con políticas, organización, procedimientos y métodos;
recomendación de medidas apropiadas y prestación de asistencia en la aplicación de dichas reco-
mendaciones. (Kubr, 1993:7-8).
Universidad Autónoma de Chiapas