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CAPÍTULO 2. DIMENSIONES DE LA CONSULTORÍA SOCIAL 51
Para aprender de otras culturas la primera condición es no sentirse superiores. La actitud
favorable es la de comunicación y convivencia intercultural (Zúñiga y Mallet 1997:9) y el
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convencimiento de que todos somos iguales (ésta debe ser una premisa básica de quienes
desean desarrollarse como profesionales de la consultoría social). Esta actitud humanista es
imprescindible porque independientemente de a quién vayamos a servir en un proceso de
consultoría, éste debe ser pertinente para ser validado desde la cultura del otro. Percibirnos
superiores o inferiores al usuario de nuestros servicios es muy pernicioso.
Los resultados de los primeros encuentros interculturales entre el consultor y la entidad
a la que va a proporcionar el servicio son claves para las bases del entendimiento sobre
las cuales “correrá” el proceso. Conviene ejercitarse para salir airosos de estos primeros
contactos. Algunas recomendaciones:
• Auto observarse en el contexto intercultural.
• Mantener la actitud de asombro, no dar algo por hecho o comprendido.
• No tener miedo o vergüenza de preguntar respetuosamente aquello que no comprendas.
Más vale ser señalado por causa de la ignorancia en un primer momento que cometer un
error de interpretación cuando el proceso esté avanzado y se dé por hecho el significado
oculto o profundo de los sucesos y por lo tanto debas asumir alguna responsabilidad desde la
percepción del otro.
• Ejercitarse en la interpretación cultural no verbal y en la decodificación del lenguaje corporal.
• Relajarse, disfrutar el encuentro.
2 “La interculturalidad corresponde a la actitud de asumir positivamente la situación de diversidad cultural en la que uno
se encuentra”.
Universidad Autónoma de Chiapas
