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158 MARÍA VICTORIA ESPINOSA VILLATORO APOLINAR OLIVA VELAS su incorporación al desarrollo. En ese año se declaró el “Año Internacional de la Mujer”, al tiempo de convocar a los Estados a adoptar estrategias y planes de acción para mejorar las condiciones de las mujeres. Es importante señalar que en México desde hace cinco décadas se están promoviendo polí- ticas públicas para alentar la participación política y social de las mujeres. Sin embargo, es a partir de la década de los noventa del siglo XX, cuando surgen las plataformas internacionales con un amplio y extenso marco normativo para proteger y salvaguardar los derechos humanos de las mujeres, como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los Pueblos Indíge- nas, la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1997), la Normativa Internacional de los Derechos Humanos (ONU, 2007), El Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT, 1989), la Plataforma de Beijín (1995), la Convención de Belem do Pará (1994) y el Objetivo 5 de los ODS “Igualdad de Género”, en el marco de la agenda 2030; así como los diversos pro- gramas e instituciones en atención a mejorar las condiciones de vida de las mujeres sobre todo las que habitan en comunidades y municipios de alta y muy alta marginación. Diversas convenciones, protocolos y conferencias internacionales con temas de género han pasado del enfoque desarrollista predominante en los setenta, en el cual la mujer estaba excluida de la producción, hasta los enfoques de desarrollo. Se han realizado cuatro conferencias internacionales sobre el tema de las mujeres, a saber: Mé- xico, 1975; Copenhague, 1980; Nairobi, 1985; y una reunión de seguimiento en Nueva York, 2000. También se ha realizado otras reuniones como la Cumbre Mundial sobre el Medio Ambiente y Desarrollo (Río de Janeiro, 1992), la Conferencia Mundial de Derechos (Viena,1993); la Confe- rencia Mundial sobre Población y Desarrollo (El Cairo, 1994), la Cumbre Mundial de Desarrollo Social (Copenhague, 1995) y la Cumbre de Financiación para el Desarrollo (Monterrey, 2001), todas ellas han incluido en su agenda el tema de las mujeres así como la perspectiva de género (UNIFEM,PNUD,2004). Las Conferencias permitieron reconocer el papel de las mujeres tanto en el ámbito público como en el privado. De forma paralela, se generaron instrumentos jurídicos en materia de acceso a la participación política de las mujeres tal como se observa en el Cuadro 2. Universidad Autónoma de Chiapas