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192 CARLOS ALBERTO GÓMEZ CAMACHO JORGE LÓPEZ ARÉVALO efectivas; las condiciones de pobreza, desigualdad y vulnerabilidad en que vive la población en Chiapas no han cambiado y tienen rostro indígena. La distorsión y mal acondicionamiento generado por las transferencias monetarias, se ante- pone a la capacidad de agencia e inhiben la iniciativa para realizar actos valiosos (educarse). El be- nefciario se ha convertido en “sujeto pasivo receptor de infuencias externas” (Arendt en Tubino, 2009: 7) para cubrir necesidades de consumo prioritario básico. Tubino (2009) considera que “el aumento de la capacidad de consumo de la gente no puede ser el signo privilegiado del desarrollo porque puede haber más consumo, pero no por ello más libertad”. Por eso Sen (2000) considera la pobreza como privación de libertad. Se coincide ple- namente en que las familias benefciarias destinan los recursos que reciben al consumo y menos al desarrollo de capacidades (sobre todo en nivel educativo de secundaria y medio superior), situación que se refeja en sus rezagos estructurales. Junto al consumo solventado por la transferencia monetaria, existe complacencia de la po- breza como forma de vida; se espera que infuencias externas resuelvan sus condiciones adversas. Al no generar otras estrategias de ingresos propios o autónomos, seguirán siendo considerados como sujetos de apoyo y no de desarrollo. En este sentido Razeto (2002:6) considera que “pro- veer a las personas de cosas y bienes materiales puede satisfacer transitoriamente sus necesida- des, pero ello no los saca de la pobreza ni los desarrolla, pues las necesidades son recurrentes y consumidos los bienes las carencias vuelven a manifestarse.” Por lo tanto, el PTC no propicia en territorios como los Altos de Chiapas, capacidad para garantizar un desarrollo y condiciones económicas que permitan a las familias independizarse en un mediano plazo del programa. Es importante hacer ajustes para no observar incrementos en el padrón de benefciarios por la pobreza circular; entonces se debe considerar criterios que visibi- licen a los benefciarios (recordando que la elegibilidad para serlo es por hijos en edad escolar) a partir de los méritos logrados. Los benefciarios han encontrado en el PTC un ingreso fjo bimestral, una válvula de escape a sus necesidades prioritarias o de consumo. Es solo un espejismo para la población, que dejado la costumbre del esfuerzo para obtener sus propios ingresos. Por otro lado, el Estado sigue Universidad Autónoma de Chiapas