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SISTEMA DE TRASLADO INFORMAL ENTRE CIUDAD HIDALGO, MÉXICO Y TECÚN UMÁN, GUATEMALA 33 son una manifestación de la identidad (individual o grupal); sin embargo no nacen intrínsecamente al individuo o al grupo sino se construyen o se adoptan en relación con los demás y el entorno. Como lo indica Todorov (2002), la vestimenta constituye el “terreno de encuentro” entre la mirada de los demás y la voluntad propia: permite ubicarse en relación con los demás, pareciéndoles, pareciéndose a algunos de ellos, o al contrario diferenciándose de ellos. Del mismo modo, otros autores destacan la dimensión eminentemente comunicativa de la ropa que funge como “segunda piel” (Francequin, 2008). En el caso del grupo de balseros del Paso El Limón, se considera como un factor de cohesión del grupo, en el sentido de que favorece un sentimiento de pertenencia y contribuye a la cons- trucción de la identidad visual, tanto de grupo, como de lugar. La ropa de trabajo también tiene una función de control: permite establecer un orden defniendo roles y estatus, además de dife- renciar los trabajadores del Paso El Limón de los trabajadores de otros cruces informales (quienes no son uniformizados a través de la vestimenta). Más allá de estas dimensiones relativas a la dinámica y funcionamiento interno del grupo, se puede suponer que la decisión de optar por ropa laboral corresponde a la voluntad de proyectar una determinada imagen hacia el exterior. En primer lugar, la intención es causar una buena im- presión a los usuarios mostrando una apariencia de formalidad. Nuevamente, resulta pertinente hacer un paralelo con las empresas formales de transporte: el chofer de un autobús no lleva en vano un uniforme, sino reafrma su autoridad y su función específca a través de la ropa de trabajo (en donde viene frecuentemente el logotipo de la empresa); lo mismo ocurre con los choferes de taxi: el hecho de preferir una ropa formal a la vestimenta ordinaria procede también de la voluntad de proyectar seriedad, credibilidad y responsabilidad. Aunque no refeje forzosamente la realidad, la ropa de trabajo formal se vuelve, desde el plano de la percepción, una garantía de calidad de servicio y profesionalismo, aspecto que la dirigente del grupo tomó en cuenta. Además, podría verse no solamente como una estrategia comercial y competitiva para atraer más usuarios, sino también una manera de asegurar la continuidad de las actividades de traslado. Es decir, no se busca únicamente el reconocimiento de los usuarios sino también el de los dife- rentes actores sociales y políticos a nivel local y regional. A través de esta formalización – que se Universidad Autónoma de Chiapas