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JEAN CLOT 34 JORGE LÓPEZ ARÉVALO ejerce también mediante la vestimenta – y de la progresiva semejanza con una empresa legal de transporte, se busca un reconocimiento social que pueda conferir más legitimidad a las prácticas. El uso del color verde va en el mismo sentido. A priori dicho color remite a la fruta, y por ex- tensión a la misma denominación del lugar, “Paso El Limón”, sin embargo se considera que puede haber otras intenciones detrás de esta elección. Cabe recordar que el Partido Verde Ecologista 6 (aliado con el Partido Revolucionario Institucional, ganador de las elecciones de 2012) domina el escenario político en el estado de Chiapas; se trata también de la fuerza política dominante en el municipio de Suchiate, cuya cabecera es Ciudad Hidalgo. Una estrategia electoral de dicho partido ha sido asegurarse el apoyo de numerosas organizaciones sociales, por ejemplo las asociaciones de residentes o colonos, así como sindicatos y gremios en sectores diversos de la sociedad chia- paneca, tales como la ganadería, agricultura y los transportes. En este contexto, se asistió a una apropiación e instrumentalización del color verde a nivel local y regional, como símbolo de una presunta unión entre los diferentes grupos sociales y de compromiso de los ciudadanos a favor del partido gobernante. De hecho uno de los eslóganes del gobierno en turno es: “Chiapas va verde”. Más allá de la misma publicidad (anuncios, letreros, etc.) mediante la cual el partido se auto promueve continuamente a nivel nacional – cuyo gasto desproporcionado fue sujeto de controversia en 2014 – se pudo observar en la entidad chiapa- neca la imposición del color verde, por ejemplo para equipamiento y uniformes escolares, para mobiliario urbano (botes de basura, postes, bancas, etc.), o para construcciones (edifcios, escue- las, estadio). Asimismo, los líderes de varios grupos, en especial sindicatos y pequeñas empresas de transporte, optaron por cambiar los colores, tanto de las unidades de transporte como de la vestimenta, en muestra de su apoyo y compromiso por el Partido Verde. En vista de lo expuesto, el color verde de las camisetas de los balseros no alude solamente a su lugar de trabajo, sino también al color del poder establecido. Nuevamente constituye una ma- nera de afrmar o reafrmar el carácter institucionalizado, e incluso su carácter autorizado, de las 6 Señalamos que la orientación ecologista del partido corresponde esencialmente a una autoproclamación, ya que no goza de un reconocimiento a nivel internacional (ni de otros partidos verdes, por ejemplo en la Unión Europea, ni de grandes ONG ambientalistas tipo Greenpeace. Universidad Autónoma de Chiapas