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34 TRANSFERENCIA TECNOLÓGICA PARA LA PRODUCCIÓN
DE LADRILLO ROJO EN TONALÁ, CHIAPAS
prende de los años 200 al 700 d.C., las propiedades del ladrillo fueron aprovechadas, aunque
aquí, como en el caso anterior, en una proporción mucho menor al uso de la piedra y del
adobe. No obstante, en esta zona arqueológica, el ladrillo se utilizó, tanto en algunos muros,
como para formar pisos. La presencia de ladrillos en Cholula indica que su uso fue un recur-
so arquitectónico, cuya técnica conocieron y dominaron sus constructores y desarrollaron
de manera independiente, ya sea en la búsqueda de nuevos materiales, o tal vez en forma
accidental. También es pertinente considerar que su uso pudo originarse a través de las migra-
ciones de grupos sureños en el sur de Puebla, de las que nos hablan algunos documentos de
tradición prehispánica y varios cronistas de la Colonia.
Hacia 1920, con el descubrimiento de los altares policromados de San Esteban Tizatlán,
en el estado de Tlaxcala, el empleo de grandes y pesados ladrillos (56 x 30 x 6 cm) demues-
tran ampliamente el uso de estas piezas en una construcción prehispánica, asociados directa-
mente con inusitadas representaciones pictóricas cuyo discurso está relacionado con el auto
sacrificio (Lamas Gout, 2010).
En Tizatlán, el ladrillo fue utilizado como revestimiento; en los cuerpos en talud del basa-
mento, en la escalinata, el banco del aposento y en los pequeños altares. Estos últimos fueron
construidos con un núcleo de adobe y rematados por una capa de ladrillos, posteriormente se
les cubrió con una capa de estuco y finalmente, sobre esta base, fueron, aplicados los diseños
que representan varias escenas en el estilo de los códices del grupo Borgia. El altar ubicado al
occidente ostenta al frente representaciones de Tlahuizcalpantecuhtli, a la izquierda y Tezcatli-
poca, a la derecha. En los costados están representados siete glifos identificados como cráneo,
corazón, escudo y mano (Ctibor, 2011, p. 12).
Al igual que Tizatlán, Tecuaque, Ocotelulco y el mismo Tlaxcala han sido señalados como
sitios en donde las cualidades físicas del ladrillo se aprovecharon para formar parte de las
Universidad Autónoma de Chiapas