Page 127 - LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO
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EL BOVINO CRIOLLO DE LA SIERRA TARAHUMARA
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impacto en la ganadería española y que, sin lugar a dudas, fue la que más influyó en la formación
de las razas Criollas americanas. En este tronco se encuentran las razas Retinta, Berrenda en Co-
lorado (de Andalucía) y Rubia Gallega como las principales, y que por estar próxima a los puertos
de salida para América fueron la base de la ganadería iberoamericana. No olvidemos a las razas
procedentes de las Islas Canarias como la Palmera y Canaria que, descendientes de la raza Rubia
Gallega, también aportaron su genética en el ganado Criollo americano. El tronco Ibérico (negro
ortoide) y el tronco cántabro (castaño cóncavo), tuvieron menor influencia en la conformación de
las razas que posteriormente marcharon a América. Al tronco Ibérico pertenece la raza de Lidia,
pero no en exclusividad (Primo, 1992; Beteta, 1997).
Se considera como ganado criollo a los bovinos (Bos taurus) descendientes de los original-
mente traídos de Europa, principalmente de España, durante los años posteriores a la conquista,
los cuales se adaptaron evolutivamente y se reprodujeron en diferentes regiones agroecológicas
de América (de Alba, 1981).
Las razas criollas se han desarrollado por su función zootécnica, aislamiento y los efectos
de la selección natural en ambientes específicos; su conservación representa el enfrentar los dis-
tintos retos de todo animal en estudio. Para poder lograr preservarlo con éxito, es necesaria la
interacción de los ganaderos con las instancias científicas proponentes de posibles cambios, y los
mercados demandantes del producto final (Sponenberg, 2008). El papel de los ganaderos es tras-
cendental en los procesos de selección de animales para un posible programa de preservación y
mejora, por lo que su consideración en cualquier programa será acorde con sus conceptos.
Salida del bovino para América
Los primeros embarques de vacunos hacia el Nuevo Mundo se realizan a partir del segundo viaje
de Cristóbal Colón (Cádiz, 25 de septiembre de 1493). Por problema de espacio en aquellas pe-
queñas naves el ganado era pequeño, becerros y becerras, que en esta travesía fueron acompaña-
dos de cerdos y ovejas con destino a la isla de Santo Domingo, llamada por Colón La Española. En
el tercer viaje (30 de mayo 1498), desde Sanlúcar de Barrameda se mandaron un mayor número
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