Page 567 - FRUTAS DEL TRÓPICO
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acaRos en cítRicos
de la lepra de los cítricos. Esta grave enfermedad, que sólo se encuentra en América (Figura
6), hace que en aquellos lugares donde está presente el control de este ácaro tenga una gran
importancia.
Esta enfermedad se traduce en lesiones no sistémicas, de aspecto redondeado, que apa-
recen en frutos, hojas y brotes, y cuya gravedad depende de la variedad atacada y de la zona.
En las hojas, las manchas (de hasta 2 cm de diámetro) presentan un núcleo central oscuro de
unos 2 a 3 mm de diámetro, rodeado de un halo clorótico con uno o más anillos concéntri-
cos marrones. En los frutos, las lesiones se necrosan. Estas lesiones pueden unirse formando
manchas de mayor tamaño que, a menudo, además, presentan exudaciones de goma. En caso
de ataques graves, se pueden producir defoliaciones y caída de fruto.
La aplicación de tratamientos acaricidas nada más detectarse los primeros síntomas de la
enfermedad es importante, tanto para evitar sus daños, como para impedir que el huerto se
convierta en un reservorio desde donde la enfermedad prosiga su avance. La mayoría de los
acaricidas de que se dispone en el mercado son efectivos contra Brevipalpus spp. Esta enfer-
medad es especialmente grave en Sudamérica, donde se producen brotes de forma cíclica:
cuando se pagan buenos precios por la fruta, los citricultores tratan contra los ácaros y no hay
mayores problemas, pero cuando los precios bajan y no se trata, la enfermedad se recrudece.
1.4. Tarsonemidae
Polyphagotarsonemus latus
Este ácaro se caracteriza por su especial morfología (Figura 3), que permite que los machos
carguen a las hembras sobre su parte posterior, así como por la de sus huevos transparentes,
típicamente adornados con unas tiras de tubérculos. Su ciclo es muy corto (entre 5 y 7 días en
verano) y no se interrumpe durante todo el año. Una vez alcanzado el estado adulto, las hem-
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