Page 564 - FRUTAS DEL TRÓPICO
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564                                      Frutas del trópico







                    Este ácaro posee numerosos enemigos naturales que son capaces de controlarlo por debajo
               de sus niveles de daño, tanto ácaros Phytoseiidae (Euseius spp.), como Coccinellidae (Stethorus spp.)

               y algunos Neuroptera (Conwentzia spp., Semidalis spp.). Por ello, es fundamental que los tratamien-

               tos que se apliquen en el huerto sean respetuosos con esta fauna. Es frecuente que los problemas

               con esta especie se presenten tras aplicaciones poco selectivas que han eliminado a estos aliados.



                    1.2.7. Tetranychus urticae (y T. cinnabarinus)

               El complejo T. urticae-T. cinnabarinus es común en la mayoría de zonas citrícolas de clima me-

               diterráneo. Hasta este momento, no hay unanimidad sobre la entidad de estas dos especies.

               Se atribuye a T. urticae la ocurrencia de diapausa invernal, mientras que T. cinnabarinus perma-

               necería activa durante todo el año.



                    1.2.7. Tetranychus urticae (y T. cinnabarinus)


               El complejo T. urticae-T. cinnabarinus es común en la mayoría de zonas citrícolas de clima me-

               diterráneo. Hasta este momento, no hay unanimidad sobre la entidad de estas dos especies.

               Se atribuye a T. urticae la ocurrencia de diapausa invernal, mientras que T. cinnabarinus perma-

               necería activa durante todo el año.

                    Aquí las trataremos como una sola especie a la que denominaremos T. urticae. Se trata de

               una especie muy polífaga, que causa graves problemas en numerosos cultivos. En cítricos, los

               daños más importantes se producen en variedades de mandarino y de limonero. Las hembras

               de esta especie tienen un color rojo vivo, con dos manchas oscuras a los lados y presentan
               setas que no salen de tubérculos dorsales (Fig. 5a), contrariamente a lo que ocurre con P. citri,

               por lo que ambas especies se pueden distinguir fácilmente. Esas dos manchas laterales también

               las presentan machos, de menor tamaño, y formas inmaduras, todos ellos de color amarillento.








                             Universidad Autónoma de Chiapas
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