Page 81 - FRUTAS DEL TRÓPICO
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estRategias de poda paRa maximizaR el Rendimiento de mango tRópical
desde el tiempo de siembRa hasta la RestauRación de hueRtos viejos 81
árboles comienzan a formar un dosel lleno como resultado del crecimiento exponencial en
el número de ramas (Fig. 3C, 3D). Por ejemplo, los árboles ‘Keitt’ en las figuras 3B y 3D son
ambos de un año de edad. El árbol en la figura 3B no fue podado, mientras que el de la figura
3D se podó tres veces en el primer año de crecimiento. La frecuencia de flujo ya estaba redu-
cida, como se puede ver por la poca altura del árbol podado. La cuarta poda, hecha después
de tomarse la foto, se llevó a cabo en agosto para estimular un flujo vegetativo sincronizado en
septiembre como preparación para una floración sincronizada en el tiempo normal anticipado
de floración en enero-febrero. La experiencia muestra que si no ocurre un segundo flujo ve-
getativo en noviembre o diciembre después del flujo de septiembre como respuesta a la poda
de puntas, este árbol florecerá y producirá frutos.
La altura del primer punto de poda, que finalmente determina la altura de las ramas más
bajas, la determina la preferencia del productor; sin embargo, no debe ser por debajo de la se-
gunda intercalación sobre la unión central. Los árboles normalmente están listos para comen-
zar la producción comercial después de la cuarta poda debido a la reducción en la frecuencia
de flujo que de otra manera estaría sin control en árboles sin podar. La poda final en los tró-
picos del hemisferio norte debe hacerse en agosto o a principios de septiembre para que los
tallos alcancen suficiente madurez para el tiempo de floración natural en enero-febrero. Una
estrategia similar se ha sugerido para árboles de mango de jardín cultivados en los subtrópicos
(Campbell and Campbell, 2005).
Poda de puntas para estimular un flujo sincronizado de crecimiento vegetativo
Podar las puntas de árboles maduras pronto da como resultado un flujo de crecimiento de
brotes laterales si hay suficiente agua y los niveles de nitrógeno en las hojas están en un rango
de 1.1 a 1.4% (Davenport, 2003). Esta respuesta es crítica para el éxito de un programa de
Universidad Autónoma de Chiapas