Page 84 - FRUTAS DEL TRÓPICO
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               podados una ves más después de que se tomara la foto (Fig. 7C). La respuesta de los árboles
               fue una rápida restauración del número original de tallos a una menor altura del dosel y la su-

               presión de flujos frecuentes, haciendo más probable que florecieran en la siguiente temporada

               de floración. Si no se hace la poda de puntas después de la poda de formación, los flujos de

               crecimiento resultantes de estos cortes siempre son frecuentes y vigorosos con pocas ramas.

               A menudo alcanzan más de dos metros en hasta 11 flujos en un año, como se puede ver en

               la Figura 8 donde se muestra una rama resultante de una poda de formación 12 meses antes.

               Este crecimiento vigoroso evita que los árboles florezcan en los trópicos hasta no recuperar

               sus dimensiones originales antes de la poda y regresen a flujos estables poco frecuentes. Este

               tipo de crecimiento vigoroso es similar al de árboles jóvenes y, por lo tanto, debe ser tratado
               de la misma manera que los árboles jóvenes, con podas de puntas frecuentes después de la

               poda de formación para maximizar el número de ramas. Si se podan las puntas tres o cuatro

               veces durante el año, los árboles normalmente regresan a frecuencias de flujo normales al

               suprimir flujos subsiguientes después de cada poda, para que de esta manera puedan florecer

               cinco meses después de la última poda de puntas.



                    Poda severa

               Cuando los árboles de mango ya son grandes y el dosel se eleva más allá del alcance de los

               cosechadores, ya no es productivo mantenerlos (Fig. 9A). La poda severa se hace para rejuve-

               necer a estos árboles grandes para que vuelvan a crecer a un tamaño viable para un programa

               de manejo de floración. El re-crecimiento de árboles podados siempre se da al nivel donde el

               corte de poda fue hecho; por lo tanto, si los cortes se hacen a 7 m de altura, ahí es donde co-
               menzará el nuevo dosel. En esta situación, los productores pronto se dan cuenta que los árboles

               vuelven a alcanzar su altura antes de volver a ser productivos. En contraste, podar severamente









                             Universidad Autónoma de Chiapas
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