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CAPITULO 4: CAMPOS DE APLICACIÓN
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           no la conozca. Se le permite conversar con los visitantes y hablarles de cómo es la vida en
           su comunidad. Ocasionalmente, algunos turistas extranjeros desean subir a la sierra a pasear.

           El hotel organiza un tour sin pernocta rumbo a la comunidad de Marina, y María pues en el

           ejido está ubicada una Reserva de la Biósfera y la autoridad ambiental permite visitas de bajo

           impacto por algunos senderos.

                Como resultado de su interacción con los turistas, Marina ya sabe algunas palabras en

           varios idiomas y le ha dicho a su mamá que cuando crezca buscará a su papá, por eso quiere

           estudiar lenguas en la Universidad. Un día la administradora le pidió permiso a María para

           que Marina viajara con un grupo pequeño de turistas extranjeros a petición de éstos, quienes

           estaban encantados con sus relatos. La mamá permitió que la niña los acompañara.
                Cuando Marina regresó traía un brillo especial en sus ojos y no paraba de contar a su

           madre todas las flores y animalitos que había visto en la reserva, todavía a la hora de dormir

           seguía platicando. María la escuchaba atenta y la veía tan contenta que ni siquiera la interrumpía

           a pesar del sueño y el cansancio, que la embargaban debido al arduo día de trabajo.

                Cuando regresó a la comunidad la niña platicó a su abuelo la experiencia. Don Manuel,

           muy serio, dijo a la niña que los terrenos visitados en realidad eran de la comunidad y desde

           el decreto de reserva los comuneros tenían prohibido realizar algunas actividades; le prometió
           a Marina llevarla de paseo para explicarle los límites de las tierras de la comunidad. Ella se

           entusiasmó tanto, que al día siguiente contó a su maestra la experiencia vivida y la propuesta

           del abuelo. La profesora acudió a la casa del anciano para solicitar que cuando llevara a Marina

           a la reserva le permitiera ir a todo su grupo. Él estuvo de acuerdo siempre y cuando el director

           de la escuela enviara una carta de solicitud al comisariado ejidal.

                El día de la excursión Marina caminaba orgullosa de la mano de su abuelito y relatando todo

           lo escuchado al guía de turistas. Los niños estaban muy interesados en su narración. La maestra








                                                        Universidad Autónoma de Chiapas
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