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CAPÍTULO 2. DIMENSIONES DE LA CONSULTORÍA SOCIAL           61






                2.4. La dimensión técnico-operativa
           Aunque la guía del consultor facilita el proceso y trabaja apoyando cada una de las tareas acorda-

           das en los equipos de trabajo, la ejecución corresponde directamente al personal de la entidad a

           la cual se sirve. Si no tenemos suficiente claridad respecto a la naturaleza de nuestra función pue-

           de ser muy cómodo para el personal que el consultor, se haga cargo transversalmente del tra-

           bajo y antes de darnos cuenta ya estamos funcionando como un aditamento a la estructura que

           les permite deshacerse de sus responsabilidades en los problemas a resolver o metas a cumplir.

                A los consultores les corresponde la guía metodológica (proceso) y por supuesto la par-

           te técnica relacionada con el tema en que sean especialistas. En conjunto se acompaña para

           generar resultados con un costo/beneficio positivo, es decir que el beneficio debe ser mayor
           que el costo. En la consultoría social con frecuencia los beneficios no son monetarios en for-

           ma directa, o no lo son al modo en que estamos acostumbrados y no tienen por qué serlo,

           aunque los pueden favorecer. Un río que recupera la limpieza de sus aguas genera ahorros,

           porque reduce los gastos en medicamentos antiinfecciosos, la calidad de vida que se obtiene

           al disfrutar del paisaje con aguas limpias no es cuantificable, etcétera.

                Particularmente en temas ambientales, dado que el capitalismo no reconoce como costos

           (aún) las afectaciones medioambientales a las cuales se evade como “externalidades”, conviene
           incorporar elementos de economía ecológica para clarificar las responsabilidades (monetarias

           o de otra índole) que la entidad debe asumir con la naturaleza, y cómo eso afecta el compor-

           tamiento de su actividad a largo plazo. En esta dimensión se debe incluir un cronograma claro

           que señale las metas que llevarán al objetivo en forma puntual y como resultado de la suma de

           las responsabilidades asignadas en acuerdos y minutas. La dimensión técnico-operativa es el

           quehacer conjunto de la entidad beneficiada y el consultor para lograr los cambios propuestos.

           En el siguiente capítulo detallaremos las fases.








                                                        Universidad Autónoma de Chiapas
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