Page 142 - Fútbol y globalización
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FÚTBOL Y GLOBALIZACIÓN
      142                     MEDIOS, MERCADOS E INCLUSIONES






               se vertebra con la forma en que los sujetos se hacen cargo de sus emociones fuertes en este tipo
               de sociedades, lo que da cuenta de los niveles de autorregulación y de las formas de expresarse en
               público ante situaciones de esta naturaleza. Para estos autores, la relación entre control social de las
               emociones y procesos de industrialización y desarrollo está vinculada con el proceso civilizatorio, es
               decir, con la forma en que se organiza el Estado. Para ellos, “durante dicho proceso, las restricciones

               sobre la conducta de las personas se vuelven omnipotentes. Se uniforman, fluctúan menos entre
               los extremos y se internalizan como una coraza de autocontrol que opera en forma más o menos
               automática” (p. 83). Esta naturalización, esta interiorización del control, es lo que los autores señalan
               como fenómeno relacionado con la constitución de los estados avanzados (Elias y Dunning, 1992).

                    Sin embargo, toda acción tiene su reacción: movimientos reactivos al autocontrol y las res-
               tricciones que sugieren la moderación social hacen su presencia en espacios deportivos y cultura-
               les, tomando el lugar que anteriormente tuvieron las actividades y creencias religiosas. Se trata de
               actividades compensatorias de una emoción ligada, según los autores, al reparto del poder entre
               diferentes edades:

                    Aquí, como en todas partes, la búsqueda de la emoción, del «entusiasmo» aristotélico en nuestras acti-
                    vidades recreativas, es la otra cara de la moneda del control y de las restricciones que coartan nuestra
                    expresión emocional en la vida corriente. No es posible entender la una sin la otra” (Elias y Dunning,
                    1992, p. 89).

                    La evidencia del par ocio-control señalada contrasta con la polarización del par ocio-trabajo
               propia de la modernidad industrializada y que señala el trabajo como un deber social, como un deber

               moral de los sujetos, frente al ocio, degradado como forma de haraganería y en algunas oportuni-
               dades incluso perseguidas y penalizadas. Se suma a ello la identificación del ocio con el placer y, con
               ello, el señalamiento social del placer que se aleja del deber moral, según el planteamiento kantiano.
                    Actividades en tiempo libre: clasificación preliminar
                    •  Trabajo privado y administración familiar. A esta clase pertenecen las innumerables activida-

                       des domésticas, incluido el aprovisionamiento mismo del hogar.
                    •  Descanso. A esta clase de actividades pertenecen: sentarse y fumar o tejer, soñar despierto,
                       vagar por casa ocupado en fruslerías, no hacer nada en concreto y, sobre todo, dormir.

                    •  Satisfacción de las necesidades biológicas. Para no dejar lugar a malentendidos: todas las
                       necesidades biológicas a que hemos de subvenir en nuestro tiempo libre y en el que no lo

                       es, están socialmente estructuradas: comer, beber, defecar, hacer el amor y dormir.







                            Universidad Autónoma de Chiapas
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