Page 146 - Fútbol y globalización
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FÚTBOL Y GLOBALIZACIÓN
146 MEDIOS, MERCADOS E INCLUSIONES
mediatizar más prácticas que popularizaron los discursos radiales periodísticos, que generaron
gran relevancia en los sectores populares brindándoles un lugar donde podían manifestarse públi-
camente en escenarios privados.
Ya la cultura de Argentina (situación que puede ser paradigmática en América Latina) empie-
za una centralización e idolatría en personajes futbolísticos como deportistas que hacen llevar en
alto el nombre del país y como correlato del establecimiento de una patria —o una narrativa de
patria— antes desarticulada como efecto de los destiempos de constitución del Estado nacional.
Estos legados configuran una mediatización política y futbolística que enmarcó el final del siglo IX
y el inicio del XX.
Y es que a pesar de que el debate sobre el lugar de las naciones en la modernidad es extenso
y complejo, los procesos de globalización y el capitalismo monopolista, asociado al hiperdesarro-
llo de los medios de comunicación, han llevado a una multiplicidad de exposiciones teóricas que
anulan —o devalúan— el significado de las naciones y de las nacionalidades siguiendo el ritmo de
los entornos. Claramente, en la modernidad uno de los aspectos de esta dialéctica unificación/
diversificación se encuentra en la fragilidad de las fronteras nacionales, a las cuales se sobreponen
un sinnúmero y variados mecanismos de actuación transnacionales, sin que a la fecha haya una
total separación o desprendimiento de estos espacios del Estado-nación (fácilmente demostrable
al evidenciar que es el Estado el que soporta, aún en tiempos de aperturas y mercados abiertos,
al sistema financiero en épocas de crisis), a pesar de la porosidad y fragilidad aparente de sus
fronteras. Algunos autores, recuerda Lahud Guedes (2009), han anotado que este proceso ha
provocado en muchas oportunidades el “resurgimiento del nacionalismo” y el “crecimiento del
fundamentalismo”.
Y es que el fútbol, como cualquier otra práctica social, constituye un objeto de representa-
ciones simbólicas que se transmiten (inter)generacionalmente y que hacen parte de la memoria
colectiva de la sociedad, siempre divergente y nunca homogénea, en transformación permanen-
te a pesar de los clamores de la modernidad sobre realidades míticas únicas. Se podría hablar
entonces de tratamientos de memoria que dan cuenta de una multiplicidad de situaciones que
inciden sobre la configuración de los recuerdos colectivos. Se trata de memorias que, aunque
individuales, configuran historias colectivas, con las que es susceptible superar traumas, construir
identidades propias, fijar el pasado, armar derroteros futuros y develar formas vigorosas de resistir
para hacerse testigo de su tiempo y de su propia vida.
Universidad Autónoma de Chiapas