Page 180 - Fútbol y globalización
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FÚTBOL Y GLOBALIZACIÓN
      180                     MEDIOS, MERCADOS E INCLUSIONES






               sarcasmo, pues se trata de una línea divisoria muy delgada que muchas veces es traspasada cuan-
               do el insulto está motivado por el odio y la ira.
                    Prosiguiendo en la identificación de las notas esenciales del insulto, podemos colocar como
               otra nota esencial el sobrenombre, es decir el insulto sin serlo tiene la forma del apodo, porque
               está referido a resaltar, en un sentido peyorativo, lo sexual, lo familiar, la apariencia o alguna con-

               dición física y mental e ideológica: el insulto señala y adjudica un defecto.
                    Así también, los insultos se diferencian por las notas de dirección, es decir, el insulto se dirige
               en tres direcciones: unidireccional, bidireccional y redireccional. Al primero le llamaremos insulto
               unidireccional, para referirnos al insulto que solo se queda en una ofensa sin respuesta; al segun-
               do, insulto bidireccional, para indicar el insulto que se responde en la inmediatez y que puede

               prolongarse a más, su límite es la ofensa; y el tercero, es el insulto que se hace uno mismo.
                    Cabe observarse otra nota esencial, la del significado: el insulto tiene una carga semántica
               que está referida a un tipo de violencia ideológica que puede llegar a ser radical. Por ello, vemos
               que ciertos insultos terminan por tener serias consecuencias políticas y sociales, pero deja de ser

               insulto si la violencia trasciende a lo físico.
                    A continuación expondré el insulto disfrazado en la “broma”, para después dar lugar al insulto
               a flor de piel; luego a las intenciones de este y finalmente a un análisis de los cánticos ofensivos en
               los estadios. En el primero, mostraré que el insulto que se hace “en broma” tiene una intención
               que no se esconde más para quien cree que no hay ofensa, pero que en el fondo se engaña. En el

               segundo parágrafo dedicaré un análisis al insulto desde la rivalidad y el odio, que son condiciones
               necesarias para que un aficionado se sienta autorizado para insultar a su rival y recibir de él una
               respuesta de la misma naturaleza. En tercer lugar, me ocuparé de las intenciones que se persiguen
               en el insulto. Si el aficionado (sea jugador, directivo, espectador y todo aquel que cabe en este
               conjunto) insulta es porque existe un para qué de por medio. Y, finalmente, en el insulto en los

               cánticos, revisaremos los elementos que están latentes en ellos como son el racismo, la xenofo-
               bia, el sexismo o el sectarismo.



                   EL INSULTO DISFRAZADO EN LA “BROMA”


                    Todos los que asistimos o hemos asistido a un estadio de fútbol en México, o bien fuera de
               él, en el que participa la Selección Nacional, hemos escuchado en la tribuna la expresión “¡puto!”
               cuando el portero rival ejecuta el despeje. Esta sola palabra claramente está haciendo violencia






                            Universidad Autónoma de Chiapas
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