Page 188 - Fútbol y globalización
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FÚTBOL Y GLOBALIZACIÓN
      188                     MEDIOS, MERCADOS E INCLUSIONES






                    los napolitanos están llegando.
                    Oh colerosos, terremotados,
                    con jabón jamás lavados.
                    Nápoles mierda, Nápoles cólera,
                    eres la vergüenza de toda Italia (Galeano, 2016, p. 202).
                    Eduardo Galeano (2016) explica las razones del desprecio de los ganadores del Calcio hacia

               el Nápoles. El Nápoles ofreció a mediados de los 80 el mejor fútbol en Italia, gracias a Diego
               Armando Maradona, pero se trataba de un equipo sureño. ¿Cómo era posible que los trofeos le
               fueran arrebatados a los poderosos de siempre, a los del norte? ¿Cómo era posible que la chusma
               intrusa venida del sur se hiciera de los scudettos? Galeano (2016, pp. 201-202) apunta que en las

               tribunas de los estadios de Milán o Turín se leían carteles con los siguientes insultos: “Napolitanos,
               bienvenidos a Italia, o ejercían la crueldad: Vesubio, contamos contigo”.
                    En tercer lugar, la xenofobia, el racismo y el sexismo:

                    Ya todos saben que la Boca está de luto,
                    son todos negros, son todos putos.
                    Hay que matar a los bosteros,
                    son todos putos, todos villeros,
                    Hay que tirarlos al Riachuelo (Galeano, 2016, p. 202).

                    Sabemos que en Argentina el fútbol es una religión. Y la rivalidad entre “millonarios” y “xenei-
               zes” es un asunto de vida o muerte. A tal grado que la convivencia entre ellos es imposible. Para
               ilustrar esto sírvase la siguiente anécdota:

                    Juan Villoro, en su libro Balón dividido, cuenta una anécdota que vivió la primera vez que fue al estadio
                    del River, en 1974: <<Un señor oyó mi acento y me preguntó si era cierto que en México el hincha
                    de un equipo como River podía sentarse al lado de un hincha equivalente a un bostero. Le dije que
                    sí. “¿Y no se matan?”, preguntó con interés. Le expliqué que, al menos para eso, éramos pacíficos. Su
                    respuesta fue fulminante: “Pero ¡qué degenerados!”>> (Valdano, 2016, p. 223).
                    Eduardo Galeano (2016, p. 202) explica los motivos de ese desprecio: “el pobrerío de pelo

               chuzo y piel morena […] ha invadido a la señorial ciudad de Buenos Aires, en ventorelas, desde
               los yuyales del interior y desde los países vecinos”. Sabemos que los seguidores de River, en sus
               cantos o insultos se refieren a los “xeneizes” como bolivianos y paraguayos, como inmigrantes, y

               no como auténticos argentinos.
                    Finalmente, por motivos religiosos, existen cánticos sectarios, por ejemplo, los entonados
               por los fanáticos del Rangers. Entre sus canciones se escuchan frases como “We´re up to our knees






                            Universidad Autónoma de Chiapas
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