Page 62 - Fútbol y globalización
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FÚTBOL Y GLOBALIZACIÓN
       62                     MEDIOS, MERCADOS E INCLUSIONES






               dinero parece venir de fuentes qataríes, que así compraron el derecho a organizar el mundial más
               extravagante; nadie se escandaliza por las condiciones de trabajo de los obreros que construyen
               sus estadios. Los dos millones de ciudadanos qataríes tienen el mayor producto interno bruto per

               cápita del mundo —unos 90 mil euros al año—, mientras quienes realizan las grandes construc-
               ciones en condiciones infrahumanas son inmigrantes de diversos confines.

                    La International Trade Union Confederation (ITUC) denunció que, al ritmo actual, más de 4 000 tra-
                    bajadores morirían antes de la patada inaugural del mundial de Qatar. En los cuatro años que llevan
                    construyendo su infraestructura, ya han muerto más de 1 200, son cinco por semana, uno por cada
                    día laborable —se podría decir, si no fuera porque sus semanas suelen tener siete (Caparrós, 2015).

                    Los obreros suelen trabajar 60 a 70 horas por semana en calor extremo con un sueldo de
               250 euros por mes. En los seis más recientes eventos de juegos olímpicos de verano e invierno
               fallecieron 80 trabajadores (Caparrós, 2015). Sin embargo en Qatar los empleados extranjeros

               parecen resultar muy “baratos”, pues casi no existen quejas. De igual modo, bajo la lógica de usar
               y tirar —cuyo gasto de construcción ronda los 3 500 millones de euros—, lo que se haga después

               con los nueve estadios no importa demasiado. El llamado kafala, sistema qatarí de patrocinio, por
               el que los trabajadores migrantes no pueden cambiar de trabajo o abandonar el país sin permiso
               de su empleador (o de su “patrocinador”), es el principal responsable de las amenazas para obligar
               a la gente a trabajar (Amnistía Internacional, 2016). Salil Shetty, Secretario General de Amnistía

               Internacional establece la indiferencia de la FIFA y sus grandes patrocinadores, Coca-Cola, Adidas
               y McDonald´s, para abordar esta problemática (Amnistía Internacional, 2016). Parecen mezclarse
               los sueños que provoca el juego con la sangre y abusos en la realización de sus escenarios sin que

               alguien levante la voz y busque dignificar al fútbol.



                   TIEMPO DE COMPENSACIÓN ANTES DEL PITAZO FINAL

                    En este mundo multiconectado, el fútbol es uno de sus crisoles sociales más evidentes; po-

               demos encontrar su magia en la calle contigua o en la tele el fin de semana, igual que su utilización
               en la tienda de la esquina. Los equipos regionales pierden fuerza respecto a los grandes equipos
               con rostro de transnacionales, pero aún existe algo primigenio que el fútbol nos otorga: presente

               en su esencia como juego. Esa posibilidad de disfrute al soñar, correr, gritar o sentir. Por estas
               capacidades se hace tan apetecible como objeto de consumo que cosifica aquello que toca.






                            Universidad Autónoma de Chiapas
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