Page 61 - Fútbol y globalización
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QUIMERAS HUMANAS, QUIMERAS DE FÚTBOL 61
Existieron pueblos y personas con ambiciones materialistas, pero el establecimiento del sis-
tema de valores no era regido en la cotidianeidad y en las intenciones finales tan marcadamente
por el materialismo. La cultura materialista ha modificado la concepción temporal y práctica de
los ciclos naturales. La organización y/o administración de los bienes ha existido a lo largo de la
historia, pero antes de administrarlos es fundamental percatarse claramente qué y cuáles son
estos bienes, para estar seguros de que en realidad lo sean. Con todo esto cabría preguntarnos,
¿queremos mayor equidad deportiva?, ¿cómo queremos que sea la competencia en el fútbol?
Donde más equipos puedan tener acceso a ganar o donde unos pocos se repartan los trofeos.
En las cuatro de las cinco ligas de más poderío económico resultó campeón en 2016 al menos
uno de los dos equipos con esa característica: España, Barcelona; Alemania, Bayern de Múnich;
Francia, PSG; Italia, Juventus; solo en Inglaterra la tendencia fue rota por el milagro futbolístico
llamado Leicester. Estas tendencias hegemónicas tan evidentes nos están marcando claramente la
relación dinero-títulos.
En toda esta mixtura de acontecimientos podemos darnos cuenta de la intención por hacer
prevalecer un sistema de ideas, creencias, juicios de valor y actitudes a través del impulso y toma
de aspectos culturales que buscan convertirse en herramientas de dominio (González, 2002). Así,
se promueven formas de vida que pocas veces pueden ser sustentadas en la práctica, entonces
las identificaciones se jerarquizan cuantitativamente. El aspecto económico resulta importante,
pero no puede ser el fiel de la balanza, porque es incompatible con diversos aspectos de la vida
y, por tanto, inadecuado para ser su medio de valoración. En el desarrollo de los factores de ex-
plotación, observamos que las perspectivas mercantiles y de trascendencia, fuera del consumo,
se sustentan ideológicamente e interactúan en el mundo cotidiano como elementos palpables al
observar gustos o tendencias de aficionados. Un ejemplo es un ejecutivo de Nike, quien señala
que Xavi (jugador estandarte del juego del Barcelona) no vendía playeras ni cuando fue declarado
el mejor jugador de la Eurocopa 2008; en cambio Beckham, que no jugó ni cerca del nivel de
Xavi, fue la expresión del metrosexual mediático al que muchos aspiraban ser, por lo que al me-
nos había que vestirse con su piel.
En este mismo sentido, pero con una cara más cruda, encontramos la presencia del mundo
capitalista vestido también de pantalón corto y tachones, no solo de traje y turbante, en la promo-
ción del trabajo esclavo en Qatar. La FIFA fue escándalo mundial por los sobornos a sus dirigentes.
Esto no es cosa rara, quizá lo extraño es que ahora se conocen más estas notas. Parte de ese
Universidad Autónoma de Chiapas