Page 78 - Fútbol y globalización
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FÚTBOL Y GLOBALIZACIÓN
78 MEDIOS, MERCADOS E INCLUSIONES
representación estandarizada del juego, formas de discriminación asociadas a los estilos de cada
equipo y de cada jugador, operaciones discursivas que sustentan una idea de nación como nostal-
gia ante la globalización, formulaciones del neoconservadurismo en los hechos que se encuadran
en las repeticiones, entre muchas otras.
Podríamos interpretar la forma de romper la circularidad de la representación que pone en
juego el pornofútbol extrapolando la lectura de Alemán y Gimbel (2014) sobre el capitalismo; lo
que cabría sería realizar la experiencia de lo que él llama destitución subjetiva. Reduciendo un
poco la densidad del planteamiento, significaría dar paso a una experiencia diferenciada de aquella
que se determina a través de la representación estandarizada del fútbol. Se trataría de volver a
la afección, a aquellas imágenes que no generan una percepción prefigurada ni acciones virtuales
condicionadas, de experimentar, de vacilar en la experiencia, de recuperar la sensación de lo ina-
sible, de lo que se escapa a la interpretación y que, además, deja la sensación de que permanece
suelto, escondido y, quizás, inaprehensible.
CONCLUSIÓN
¿Hay posibilidad de volver a la imagen-movimiento, a esa percepción fundamental que abra
la contingencia singular que el sujeto va inventando para sostenerse frente a la dificultad de vivir
la experiencia de esa singularidad, es decir, de aquello que se escapa al régimen hiperreal del
pornofútbol? Suponiendo que, por lo contrario, la imagen en el fútbol se estructura (o pretende
estructurarse) de manera circular (como el discurso capitalista), cabe pensar en maneras de sa-
lir. Ante esto, siguiendo con la lectura de Alemán y Gimbel (2014), hay que aclarar que no me
refiero a una desconexión, a un abandono, puesto que esto resultaría imposible, sino a generar
experiencias diversas y explorarlas. Estoy hablando de algo más que la irrealizable suspensión de la
expectación. No se trata de solo poner la realidad entre corchetes para decodificarla, sino de abrir
la imagen-afección, la tendencia; eso que no actúa enteramente y solo activa un nervio y genera,
apenas, una tendencia a actuar, pero no determina la acción.
En ese sentido, considero que podríamos hallar una posible salida, por ejemplo, en el fútbol
femenil. Si bien se ha aprehendido del pornofútbol, también permanece al margen del mismo. El
discurso de este régimen ha capturado todo estilo de juego, pero aún parece que, al haber aban-
donado la representación del fútbol femenil, ha dejado escapar y vivir la experiencia del fútbol an-
clada al relacionamiento de los cuerpos y no a la clausura de las imágenes en instantes congelados.
Universidad Autónoma de Chiapas