Page 424 - BORGES INTERACTIVO
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               le dieron una gran paliza una noche y lo tiraron en la Panamericana. No sé si eso se considera
               un mérito para ser ministro, pero sí se puso esa situación como un antecedente heroico en el

               momento de nombrarlo. Cuando unos funcionarios llegaron a la Biblioteca Nacional le pre-

               guntaron a Borges: “Borges, ¿usted qué opina del ministro Adrogué?”. Y Borges dijo: “Mire,

               salvo que ha pasado una mala noche, no sé nada”.



               Arias: ¿Qué fue lo primero que hicieron usted y Borges al asumir en la Biblioteca?


               Clemente: En la Biblioteca, lo primero que tuvimos que tratar con Borges es el tema de qué

               es una “biblioteca nacional”. Porque claro, él venía de una biblioteca pública, como era la

               Biblioteca de Almagro. No costó mucho porque Borges era un hombre de formación huma-

               nística y tenía claro qué es el humanismo, que es algo importante. La biblioteca popular es

               una biblioteca de público, una biblioteca de desgaste, una biblioteca cuyo mejor índice es que

               los libros se desgasten leyéndolos, incluso que se rompan, incluso que se roben. Así que la

               función de la biblioteca pública es esa: formar lectores, ayudar a la lectura y, sobre todo, una
               función muy anexa y casi prioritaria, que es el apoyo escolar. Es decir, la biblioteca popular

               tiene que estar al tanto de las lecturas escolares. La biblioteca universitaria, que es una biblio-

               teca superior, está al tanto de la lectura de capacitación universitaria, abierta. Es decir que los

               alumnos y los profesores generalmente frecuentan los depósitos, porque no hay nada mejor

               que recorrer los depósitos y ver los libros. La ficha es una abstracción aristotélica. Y, es claro,

               en la biblioteca universitaria, de acuerdo con la instrumentación universitaria que posea, los

               libros van envejeciendo. Un libro de medicina del año veinte no sirve hoy en día porque, bue-

               no, no había trasplantes y otra cantidad de cosas. Y lo mismo sucede con ingeniería. Entonces

               esa biblioteca está obligada a mantener su tiempo de actualidad. La Biblioteca Nacional no: es










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