Page 472 - BORGES INTERACTIVO
P. 472

472                                 BORGES INTERACTIVO






               enseñado no diré el amor de esas literaturas, porque es demasiado vasto y demasiado vago,
               pero sí el amor de ciertos escritores o, más concretamente, el amor de ciertos libros; o, más

               concretamente, el amor de ciertos párrafos, o de ciertos versos, o de ciertos argumentos.

               Bueno, y eso lo he conseguido. Me parece que escribir en contra no sirve para nada. Ahora,

               claro, si se escribe de un modo ingenioso, entonces la frase queda; por ejemplo, recuerdo

               aquella frase de Byron: Horacio había dicho que el buen Homero a veces duerme, está dor-

               mido, y, Byron agregó que Wordswoth a veces se despierta (ríe). Esta frase es ingeniosa, pero

               no lo perjudica a Wordsworth, ya que si una frase es ingeniosa existe por derecho propio; y

               no importa que se refiera a fulano o a mengano. Esa frase: “Wordsworth a veces se despierta”

               convive con la admirable obra de Wordswoth.


               —Claro.



               —Y no lo perjudica. Por ejemplo, cuando Groussac dijo: “Historia de la filosofía española de

               Menéndez y Pelayo” —un título un poco imponente, dijo también—, agregó: “La seriedad, o
               la solemnidad del sustantivo ‘filosofía’, está corregida por el epíteto ‘española’.” Ahora, eso no

               perjudica quizá a la filosofía española —si es que la hay—, porque la frase existe por sí misma.

               En cuanto a mí, yo he escrito muchos prólogos; he escrito prólogos a escritores desconocidos

               en el momento, bueno, y también lo era, y en todos esos prólogos he sido generoso.



               — Pero verdaderamente; sin embargo, hay algunos de sus prólogos que han sido seleccionado en

               un libro, y expresan sus mayores admiraciones, sus mayores afectos dentro de la literatura.


               —Sí, esa selección la hizo un sobrino mío, Miguel de Torre. Porque yo no quería enemistar-

               me con nadie, y a veces, bueno, hubo prólogos de circunstancia, ¿no?; prólogos de cortesía.










                             Universidad Autónoma de Chiapas
   467   468   469   470   471   472   473   474   475   476   477