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LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO.
210 HISTORIA, CARACTERIZACIÓN Y PERSPECTIVAS
además, su capacidad de adaptación a los intensos fenómenos sociales y económicos que distin-
guieron al México independiente y de la revolución, así como su integración a la actual actividad
pecuaria nacional.
Invariablemente, dichas jornadas históricas son acompañadas por la presencia preponderan-
te de las razas bovinas criollas en el Golfo de México, desde la Colonia, hasta los inicios de la dé-
cada de 1960, cuando empiezan a perderla como consecuencia de la introducción de otras razas.
Una búsqueda reciente de individuos con atributos morfológicos Bos taurus en las regiones
de la costa ganadera del centro de Veracruz, en el Golfo de México, está permitiendo constatar su
supervivencia. La pesquisa comprendió ejemplares no conformados como razas europeas intro-
ducidas a la región (tales como el Suizo y el Holandés y sus cruzas), hasta aquellos que se alejaran
de los rasgos morfológicos distintivos del Cebú y sus cruzas, con una apariencia similar a las razas
Criollas, sin pertenecer al grupo ampliamente reconocido como Criollo Lechero Tropical u otros
grupos raciales registrados como razas Criollas Latinoamericanas.
En el presente trabajo se revisa esta trayectoria, se muestra lo logrado en su búsqueda y se
analiza la importancia de realizar esfuerzos orientados a su conservación en el entorno ambiental
y cultural que le dio cabida y propició su expansión en México.
La ganadería Criolla de la Costa del Golfo en Veracruz
El Golfo de México, formado por aguas del Océano Atlántico, está limitado por las costas de Mé-
xico y Estados Unidos. Le cierra la entrada, por el oriente, la isla de Cuba, formando dos canales:
el de Yucatán, al sur entre la península de este nombre y la mayor de las Antillas y el estrecho de
la Florida al norte. El litoral mexicano sobre el Golfo principia en la desembocadura del Río Bravo,
el límite con Estados Unidos, termina en el cabo Catoche, en el noreste del procurrente yucateco
y tiene una longitud aproximada de 2,100 kilómetros (Muñoz, 1978).
La mayor parte de los terrenos llanos de la región costera del Golfo en el estado de Vera-
cruz, presenta algunos declives hacia la costa o pequeños y continuos lomeríos que forman valles
y cuencas que protegen los suelos. Estos suelos, que se han distinguido en términos generales,
tanto por su variedad como por muchas de sus calidades, son particularmente fértiles, gracias,
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