Page 301 - LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO

LA DIVERSIDAD GENÉTICA DE LOS BOVINOS CRIOLLOS MEXICANOS
MEDIANTE SECUENCIAS DE DNA MITOCONDRIAL 301

Utilidad de los estudios filogenéticos para el aprovechamiento de especies
domésticas

Las relaciones filogenéticas que existen entre las razas criollas americanas y las autóctonas ibé-

ricas (y posiblemente hasta algunas africanas) podrían ser el cimiento de acciones destinadas a
la conservación y mejora recíproca de los grupos raciales. Por ejemplo, se ha planteado que el
problema de hibridación con B. indicus en poblaciones de Criollos podría aliviarse si éstas son

“refrescadas” mediante su encaste con razas españolas o lusitanas; asimismo, la calidad y produc-

tividad que presentan actualmente las razas españolas adaptadas y mejoradas en medios adversos
de producción, podrían influir en las de los Criollos que han sobrevivido en ambientes similares en
nuestro continente (Fernández & Barba 2005), pues el conocimiento de las condiciones bajo las

cuales ocurre la caracterización de las razas, puede ser usado para predecir su comportamiento

en otros ambientes (Segura-Correa & Montes-Pérez 2001).
Tal vez este pueda ser el caso de la raza española Retinta, reconocida como descendiente
de los ancestros andaluces que se considera tuvieron mayor influencia en la fundación del gana-

do mexicano. Los animales retintos están caracterizados por su vocación para la producción de

carne, que además ha sido seleccionada en condiciones extensivas, secas y calurosas; tienen la
capacidad de recorrer largos trayectos para alimentarse de una vegetación pobre, quemada por
el sol; sus movimientos son ligeros y producen carne de excelente calidad, por lo cual han sido

llamados “la gran raza de carne de la España seca”; también presentan una marcada predisposición

a la resistencia a enfermedades endoparasitarias, son longevas, con gran facilidad de parto, aptitud
maternal y para el cruzamiento; finalmente, su producción lechera no es despreciable y muestran
buena recuperación después de sequías prolongadas (Beteta, 2012).

Todas estas características también las detentan algunas poblaciones del Criollo Mexicano,

excepto que estas han permanecido como un modelo de raza no seleccionada intensivamente
y conservan una mayor diversidad genética que diferentes razas comerciales (Duarte-Ortuño,
2015; Félix et al., 2006; Russell et al., 2000; Ulloa 2001; Ulloa et al., 2008). Esto último les

concede el potencial como reservas genéticas donde puede radicar la clave durante el surgimien-

to de epidemias, o la flexibilidad para responder a nuevos esquemas de selección. Además, su

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