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LA DIVERSIDAD GENÉTICA DE LOS BOVINOS CRIOLLOS MEXICANOS
MEDIANTE SECUENCIAS DE DNA MITOCONDRIAL 297

T1 que de la familia T3, lo cual todavía (después de las diferentes historias en cada país) es obser-
vable en las poblaciones actuales.

En nuestro país, casi la mitad de los animales son portadores de haplotipos africanos (45%),

mientras que en la mitad de las poblaciones (BCG, BCP y BCN) éstos se encuentran como ma-
yoría (Cuadro 2). Tal vez, la diferencia entre éstas y las otras tres poblaciones de BCM (BCB,
BCCh y BCD), que presentan mayoría de haplotipos europeos, se deba a que en su origen fue-

ron producto de dos oleadas de colonización diferentes en su composición haplotípica. En una de

ellas, artífice del ganado más norteño, predominarían animales europeos, mientras que en la otra
predominarían los africanos.
Las otras familias europeas, T y T2, no se han encontrado ni en México ni en el resto del

continente (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Santa Lucia, Guadalupe). Hoy en día,

estas dos familias están en baja frecuencia en Iberia, por lo que es posible que si también lo es-
tuvieron en las poblaciones bovinas ancestrales de los Criollos americanos, se hayan perdido
durante el cuello de botella que implicó su viaje hacia el Nuevo Continente o bien, durante las

diferentes reducciones que han sufrido las poblaciones americanas.

Diversidad genética mitocondrial
En el Cuadro 3 pueden observarse los valores de los índices de diversidad calculados para los

BCM y el resto de las poblaciones analizadas. Se espera una mayor diversidad genética en los

centros de domesticación. La diversidad haplotípica total para América (Ĥ= 0.936 ± 0.008) es
prácticamente la misma que para Iberia (Ĥ= 0.937 ± 0.008), ambas menores que la que presen-
ta el resto de Europa (Ĥ= 0.970 ± 0.003) o el Oriente Medio (Ĥ= 0.974 ± 0.015) y Anatolia

(Ĥ= 0.964 ± 0.013), las poblaciones ancestrales del ganado europeo.

México (Ĥ= 0.904 ± 0.020) ocupa el primer lugar en diversidad haplotípica en América,
mientras que si se toman en cuenta las poblaciones mexicanas de las razas BCLC y BL (Ĥ= 0.874
± 0.026), ocupa el segundo lugar después de Antigua (Ĥ= 0.885 ± 0.047). En ambos casos se

ubica por encima de España (Ĥ= 0.857 ± 0.028). Al observar las poblaciones individuales tene-

mos que en nuestro país, los bovinos Criollos de Chihuahua (BCCh) son especialmente diversos,

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