Page 315 - LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO
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CARACTERIZACIÓN GENÉTICA DE LOS BOVINOS CRIOLLOS MEXICANOS
                                                   Y SU RELACIÓN CON OTRAS POBLACIONES BOVINAS                   315






           han mostrado que la repetición dinucleotídica más frecuente es AC, y que ocurre dos veces con
           más frecuencia que AT y tres veces más frecuente que AG (Beckmann & Weber, 1992).

                Los microsatélites tienen tres usos primarios en estudios sobre la domesticación. Primero,

           se utilizan para cuantificar la variación entre poblaciones y razas (Hanotte et al., 2000). Segundo,
           permiten detectar la mezcla de poblaciones (Giovambattista et al., 2000). Tercero, se pueden uti-
           lizar para asignar individuos a grupos similares a nivel de población, raza o especie (Maudet et al.,

           2002). A pesar del uso de otro tipo de marcadores que han tomado auge en los últimos años, los

           microsatélites siguen siendo la herramienta de elección para estudios de caracterización genética
           (Ajmone-Marsan et al., 2014).
                Estas herramientas han contribuido de manera importante en la elucidación del proceso de

           domesticación de los bovinos. Originalmente, se pensaba que Bos taurus y Bos indicus eran dos

           formas diferenciadas de un solo evento de domesticación; por medio de los marcadores mole-
           culares se investigó el origen de ese ganado, comparando el ganado taurino de Europa y África
           con el cebuino de India y África. Sorprendentemente, el Cebú de la India se observó que era

           muy diferente al taurino de Europa y África y al Cebú africano, con el cual compartía importantes

           secuencias. El nivel de divergencia en las secuencias del ADN mitocondrial fue consistente con las
           estimaciones hechas con carbono 14, ubicando el origen de sus ancestros comunes en cientos de
           miles de años (Bradley et al., 1998). Sin embargo, la domesticación del ganado fue mucho más

           reciente. Por lo tanto, la explicación más probable es que aunque tienen un ancestro común de

           hace miles de años; la diferenciación genética de estas subespecies se dio a partir del Bos primige-
           nius (Uro) al domesticarse en dos regiones diferentes (Loftus et al., 1994).
                Por otra parte, los datos muestran que el Cebú africano tiene sólo ADN mitocondrial taurino,

           pero estudios hechos con microsatélites y ADN del cromosoma Y mostraron que existe mayor

           similitud con otras poblaciones cebuinas (MacHugh et al., 1997), lo que sugiere que el genoma
           de los bovinos Cebú africanos en su mayoría se derivó de machos cebuinos originarios de Asia y
           del Oriente Medio, a pesar de que se originaron a partir de algunas hembras taurinas, es decir, fue

           producto de cruzamientos (Martínez-Navarro et al., 2014). Esto también ha sido corroborado

           con un estudio más reciente en el que se utilizó también ADN nuclear de Uro (Troy et al., 2001).






                                                                Universidad Autónoma de Chiapas
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