Page 320 - LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO
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LOS BOVINOS CRIOLLOS DE MÉXICO.
      320      HISTORIA, CARACTERIZACIÓN Y PERSPECTIVAS






                    Se inicia el siglo XIX y con la guerra de Independencia que cambiaría el destino de los ha-
               bitantes de la Nueva España, gran parte de la economía del latifundio ganadero descansaba en la

               exportación de novillos hacia Estados Unidos y en el mercado de la ciudad de México. En esos años

               ya existían las engordas, que proveían al mercado nacional de importantes cantidades de carne, al-
               canzando un consumo promedio de 17.4 kilos al año por habitante (González Domínguez, 1989).
                    Abraham González, ganadero prócer chihuahuense, en 1904 trae un pie de cría consistente

               en 100 vaquillas y 36 toretes procedentes de Kansas, E.U.A.; como es bien sabido, el encaste de

               este ganado Hereford con el ganado Criollo español existente no se hizo esperar, originándose
               así el famoso ganado “Cara Blanca de Chihuahua”.
                    La absorción del ganado de origen español fue gradual pero consistente, contribuyendo a

               ello la introducción de otras razas como la Shorthorn o Durham traída por los inmigrantes mor-

               mones y menonitas, así como la raza Aberdeen Angus traída a Chihuahua por William Benton,
               inglés radicado en Chihuahua. Estas razas y otras más, traerían tiempo después valiosas aportacio-
               nes para el desarrollo de la ganadería (González Domínguez, 1989).

                    Con el siglo XX llegó la Revolución Mexicana, movimiento armado que trajo dramáticos

               cambios a la vida de Chihuahua, que obviamente afectaron a la ganadería. El progreso de la gana-
               dería se estancó, las tierras cambiaron inesperadamente de propietario y el número de ganado fue
               sistemáticamente mermado hasta casi quedar los ranchos desolados. El ganado llegó a escasear y

               tuvo que traerse de Sonora y de Estados Unidos para surtir el abasto local. En estas condiciones

               sólo prevaleció el ganado Criollo o “corriente” como se le denomina localmente. Este tipo de
               animales se caracteriza por su gran resistencia al estrés calórico y su inherente longevidad en este
               ambiente (Russell et al., 2000). Muchos de estos animales se exportan para usarse en rodeos de

               los Estados Unidos. La demanda anual es de 40,000 animales aproximadamente. En la actualidad

               no existe dificultad para comercializar los novillos que se producen a precios competitivos; por
               ejemplo, novillos Criollos para rodeo con edades entre 8 y 20 meses tienen un precio de 350 a
               450 dólares en los Estados Unidos de América, lo que aunado a los bajos costos de producción

               la hacen una de las actividades pecuarias más rentables.









                             Universidad Autónoma de Chiapas
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