Page 32 - EL CULTIVO DE LA PALMA DE ACEITE
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     EL CULTIVO DE LA PALMA DE ACEITE
       32                   EN EL SURESTE DE MÉXICO: AGENDA TÉCNICA
                    Fertilización
               Para cada región, las cantidades y fuentes deben planearse, con base en antecedentes, así
               como análisis foliares y de suelo. La aplicación generalmente se divide al menos en dos: la
               primera al inicio del periodo de lluvias, para evitar los periodos de excesiva humedad en el
               suelo y las lluvias torrenciales que puedan lixiviar o lavar el fertilizante, y la segunda, hacia el
               final del periodo lluvioso. El fertilizante se coloca en una banda circular que inicia de 20 a 30
               centímetros del tallo, y termina en el área de goteo, se debe de tapar con tierra para evitar
               pérdidas del mismo (Sandoval, 2011). El fertilizante es el insumo más costoso en una planta-
               ción; con frecuencia representa entre el 70-80% de los costos de producción y 30-40% de
               los costos totales, y es el factor de producción con el potencial más grande para aumentar
               el rendimiento (Goh & Härdter, 2003; citados por Fairhurst, 2010). Por tanto, el objetivo es
               manejar el tipo, época, lugar y cantidad del fertilizante aplicado para lograr la máxima res-
               puesta en términos de mejor crecimiento vegetativo y rendimiento de racimos, y minimizar
               la fuga de los nutrientes a cuerpos de agua y al medio ambiente externo (Goh et al., 2003;
               citados por Fairhurst, 2010).
                    Control de maleza
               El control de maleza inicia con una buena preparación del suelo y con el establecimiento de
               la leguminosa de cobertera; continúa con la limpieza del cajete, éste es un circulo de 1.5 a
               2.0 metros de diámetro alrededor de cada palma, o más, cuando la leguminosa es agresiva y
               de hábito trepador. Para esto son necesarias de seis a nueve limpias con azadón o machete
               durante el primer año, que consume aproximadamente 12 jornales por hectárea en total.
               También es común emplear herbicidas solos o con el control manual, se aplican productos
               a dosis comercial; no se deben utilizar herbicidas hormonales como 2,4-D u otros, ya que
                                Universidad Autónoma de Chiapas
     	
