Page 148 - Fútbol y globalización
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FÚTBOL Y GLOBALIZACIÓN
148 MEDIOS, MERCADOS E INCLUSIONES
percibir la relación entre lo individual y lo colectivo en el engranaje espacio-temporal propio de
su estructura (Zamudio, Llule y Vargas 1998, p. 13). La falta de interés en las memorias privadas,
unida al silencio “de los dominados a quienes nada autoriza o incita a relatar una vida en la cual la
cualidad de su propia persona no parece bastar para conferir un interés de un orden más general”
(Pollak, 2006, p. 72), restringe la transmisión y el conocimiento de saberes y expresiones cultura-
les en espacios sociales amplios.
FÚTBOL EN CLAVE SOCIAL
El fútbol es un deporte que no solo logra conectar por una presentación y resultados, sino
que ha logrado una masividad y una generación de apasionamientos populares que trascienden
en la vida cotidiana de los individuos de una sociedad. Se trata de un lugar en el que vivimos y
reconstruimos las experiencias propias y de las personas que están a nuestro alrededor; es el fruto
de la experiencia de vida que han tenido en el trabajo y fuera de él, por eso se convierte en una
forma de sociabilidad donde la experiencia se retroalimenta.
El fútbol puede ser visto como un ejemplo de globalización; sin embargo, su popularización
se completó antes de que los medios de comunicación lo descubrieran como mercancía y vehí-
culo publicitario. Así, el balompié se universalizó por otras causas, algunas pueden ser su adopción
por las élites como estrategia modernizante (y civilizatoria) que tuvo como respuesta de las clases
subalternas su criollización y la oportunidad de vencer a los dirigentes en un escenario de igualdad
(simbólica) como lo es el deporte. Otra razón es porque su práctica economiza elementos (se
juega “fácil”), argumentos que se potencian en ciertos eventos (como los mundiales de la FIFA) en
donde el fútbol puede convertirse —en palabras del antropólogo francés Marcel Mauss (1979)—
en un “hecho social total”: un campo en donde confluyen —en simultánea— todos los valores,
intereses y modos de ser de una comunidad.
Sin embargo, el encuentro de unos con otros en el espacio público no representa en sí una
promesa de cohesión social —por ello en los buses, en las calles y otros escenarios los sujetos se
encuentran pero la sociabilidad es casi nula—; se necesita algo más, un vehículo que movilice las
subjetividades y las vincule en torno a un interés común. Este vehículo son las prácticas corporales
asociadas al fútbol, colmadas de deseos y de significados sociales que tienden a acercar las dis-
tancias entre los sujetos y creando un sentimiento social de pertenencia a algo, sentimiento que
colma de identidad individual y colectiva a los sujetos.
Universidad Autónoma de Chiapas