Page 216 - Fútbol y globalización
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FÚTBOL Y GLOBALIZACIÓN
216 MEDIOS, MERCADOS E INCLUSIONES
Hay en la actualidad de la TV por cable en Argentina diez canales deportivos que transmi-
ten deporte de alto rendimiento, el que genera el fenómeno de emulación, las 24 horas del día.
Fútbol (especialmente), básquetbol, tenis, voleibol, el deporte motor y hasta deportes extremos
están al alcance de la mano y un control remoto para que los/as niños/as los consuman. Por man-
dato cultural y popular, esto sucede aún más con el fútbol. Este escenario está marcado por un
lenguaje seductor, por la exaltación de las figuras deportivas, por la idealización de los lugares que
ocupan, por la creciente importancia de sus logros.
Todo esto genera un rol de identificación para los/as niños/as que va por el lado de la exal-
tación deportiva y esa carga épica que tiene la realización de la victoria deportiva. Pero para los
adultos esa carga emocional se suma a la expectativa de realización y trascendencia económica ya
no per se, sino a través del otro. Y ese otro es, a menudo, los/as niños/as que le pertenecen en
tanto hijo/a. El medio es el deporte y la herramienta, el cuerpo ajeno. Todo motivado por lo que
genera ese enorme espectáculo que nos transmite la TV en la comodidad de nuestra casa. En ese
contexto uno podría preguntarse: ¿cómo haría un padre o una madre para zafarse de esa pre-
sión constante a la que son sometidos una y otra vez por parte de los medios de comunicación?,
¿cómo haría un niño para no soñar con ser Messi?, ¿y cómo harían sus padres para no tentarse
con la posibilidad de tenerlo en su casa y no darse cuenta que en sus pies está la salvación de toda
una familia?
CONCLUSIONES
Este análisis del fútbol infantil deja algunas conclusiones sombrías. El panorama no es el más
alentador como quedó expresado. A partir de las diferentes entrevistas en el campo de esta in-
vestigación, el escenario descrito se asemeja al que está dominado y contaminado por la mirada
profesional y utilitaria, propia de las sociedades del capitalismo más inhumano. El fútbol infantil
parece solamente el estadio inicial de una carrera profesional, donde solamente llegarán pocos
privilegiados, convirtiéndose en un campo de exclusión. Vale recordar la escena de la película The
Wall, de Alan Parker, cuando cientos de niños/as van cayendo en una picadora de carne. Eso es lo
que tiene que evitar el fútbol infantil para dejar de ser un medio excluyente y rescatar su costado
inclusivo.
Eduardo Galeano (2000) lo define con la exquisitez de su pluma futbolera en El fútbol a sol
y sombra:
Universidad Autónoma de Chiapas