Page 215 - Fútbol y globalización
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FÚTBOL INFANTIL, EL DESEO DE PRODUCIR
NUEVOS MESSI 215
ritocrática. La posibilidad de un hijo Messi es el objetivo para seguir y así se convierte al escenario
del fútbol infantil en esa fábrica de los nuevos Messi.
El concepto de corporalidad expresa nuestra personalidad y también es el medio por el
cual hacemos contacto con otros cuerpos en las relaciones que se producen, en la socialización.
Nuestro cuerpo no es solo el lugar desde el cual llegamos a experimentar el mundo, sino que a
través de él llegamos a ser vistos en él (Merleau Ponty, 1976, p. 5).
Podríamos pensar que existe entre los padres, técnicos y dirigentes de fútbol infantil, una es-
pecie de deseo de corporalidad ajena, una necesidad de ocupar, de invadir el cuerpo del otro, que
permita la pretensión de ser vistos y de ocupar un lugar determinado en la sociedad. Podríamos
pensar la idea de proyección en un cuerpo triunfante, heroico, un cuerpo sinónimo de salvación.
Boltanski (1971) expresaba la idea de que “el cuerpo, al igual que otros objetos, marca la posición
de los individuos en la jerarquía social, es un signo de status mayor cuanto que no es percibido
como tal” (pp. 205-223).
Para completar este escenario, los medios de comunicación cumplen un rol fundamental. La
pregunta que surge clara y rotunda es: ¿de dónde sacarían esos padres, familiares o entrenadores
su modelo de “producción de nuevos Messi” si no de lo que les llega sistemáticamente a través
de la inmensa tecnología puesta al servicio de la comunicación? Los medios intervienen en el
proceso de socialización del individuo construyendo referentes socioculturales y exhibiendo ma-
neras de pensar y organizar el entorno. Esto incluye, de manera categórica, al mundo del deporte
mediático, o como algunos lo llaman, el "no deporte", el que se “juega” sentados frente a la TV o
a cualquiera de las modernas plataformas tecnológicas. Esta práctica, que aparece en contra de la
actividad física (del deporte como fue concebido en el incipiente capitalismo), ha generado nuevas
relaciones entre comunicación y deporte.
La globalización del deporte ha contribuido a crear riqueza concentrada en unas pocas institu-
ciones (empresas, clubes, agencias de representación, los propios deportistas y, obviamente, medios
de comunicación mundiales). Esto ha modificado su rol y el de los medios en la sociedad. En la bús-
queda de espacios de mercado en los cuales insuflar cuestiones comerciales que mantengan ese nue-
vo statu quo, los valores culturales propios del deporte están permanentemente en retroceso. Ese
proceso de comercialización ha puesto a los comunicadores a servir más a los intereses comerciales
que a los intereses de la información pública. La prueba elocuente de esto es escuchar los relatos
deportivos en cualquier geografía del mundo con periodistas más ocupados en “vender” un producto
(y, en este caso, la literalidad es exacta), que en construir un relato deportivo.
Universidad Autónoma de Chiapas