Page 223 - Fútbol y globalización
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FILOSOFÍA Y FÚTBOL. ANÁLISIS FENOMENOLÓGICO
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           lizadas en el cuerpo, son perfectamente determinadas y forman parte de nuestro sistema motor.
           Digamos que, en ellas, las cinestesias se presentan como los “mecanismos” que forman parte de
           los movimientos de nuestro cuerpo y contribuyen a la exhibición de las cosas físicas en su carácter
           espacial. Precisamente porque Husserl no habla de “partes de cuerpo” sino de un “núcleo cor-

           poral” (Kernleib), también podría hablarse de una “conciencia cinestésica” (Melle, 1983, p. 114).
           Ahora bien, nuestro cuerpo, en tanto cuerpo vivido (Leib), se constituye como el punto cero
           (Nullpunkt) de orientación, es decir, como la referencia espacial o el “aquí absoluto-central” de
           nuestra corporalidad. Es preciso aclarar que la noción de “aquí absoluto” no significa que el cuerpo

           esté situado como un punto (inamovible) en el espacio, antes bien, Husserl (1973) señala que no-
           ciones como cerca, lejos, arriba, abajo, derecha e izquierda, obtienen orientación gracias a “algo
           respecto de mi cuerpo”. Más aún, “el sistema cinestésico no es solo un sistema de posiciones, sino
           de ‘recorridos’ de aquello cuya necesidad hay que ser consciente, pues se dirige al logro de una

           apariencia óptima” (Claesges, 1964, p. 75-76).
                Resulta, pues, que para la fenomenología husserliana todo objeto espacial está constituido
           por el movimiento o cambios de orientación de nuestro cuerpo o por los cambios o movimientos
           de la cosa física. Dicho en pocas palabras, estudiar de raíz los cambios en los objetos: los cambios

           cinéticos.
                Si tomamos en cuenta el movimiento o reposo del cuerpo, puede ocurrir lo siguiente:
               1) Si nuestro cuerpo no se mueve, entonces el campo objetivo se ve inalterado o permanece
                  en completo reposo.

               2) Si nuestro cuerpo se mueve, entonces el campo perceptivo cambia, se ve alterado y res-
                  ponderá al movimiento de nuestro cuerpo.
                Si consideramos la aparición de un objeto como algo cambiante, pueden darse las siguientes
           posibilidades:

               1.1) La cosa permanece inalterada e inmóvil respecto a sus peculiaridades (Eigentümlichkei-
                  ten) materiales. El que se mueve es nuestro cuerpo.
               1.2) El objeto se desplaza, nuestro cuerpo permanece en reposo.
               1.3) Ambos, la cosa y mi cuerpo, se mueven.

                Nuestro cuerpo vivido, cuya característica principal es justamente la de ser el centro de or-
           ganización del espacio objetivo, es a la vez sintiente. Podríamos decir que es una realidad superior
           y quizás fundante, vinculado, plenamente, con la voluntad del yo. Mi cuerpo vivido organiza una







                                                                Universidad Autónoma de Chiapas
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