Page 268 - BORGES INTERACTIVO
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268 BORGES INTERACTIVO
Hasta que escurriéndome afuera me alejé solo
En el húmedo místico aire de la noche, y de tiempo en tiempo,
Miré en silencio perfecto las estrellas.
Así Walt Whitman. No sé si estará de más indicar —yo recién me fijo—que esas tres
confesiones importan un idéntico tema: la peculiar poesía de la arbitrariedad y la privación.
Simplificación final del recuerdo, inconocibilidad y pudor de nuestro vivir, negación de los
esquemas intelectuales y aprecio de las noticias primarias de los sentidos, son las respectivas
moralidades de esos poemas. Es como si dijera Whitman: Inesperado y elusivo es el mundo,
pero su misma contingencia es una riqueza, ya que ni siquiera podemos determinar lo pobres
que somos, ya que todo es regalo. ¿Una lección de la mística de la parquedad, y ésa de Norte
América?
Una sugestión última. Estoy pensando que Whitman —hombre de infinitos inventos,
simplificado por la ajena visión en mero gigante— es un abreviado símbolo de su patria. La
historia mágica de los árboles que tapan el bosque puede servir, invertida mágicamente, para
declarar mi intención. Porque una vez hubo una selva tan infinita que nadie recordó que era
de árboles; porque entre dos mares hay una nación de hombres tan fuerte que nadie suele
recordar que es de hombres. De hombres de humana condición.
1929
Universidad Autónoma de Chiapas