Page 306 - Salud y políticas públicas
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LAURA ELENA TRUJILLO OLIVERA 306 SOFÍA ISABEL VILLAFAÑE TRUJILLO adelante prefrieron dejar la escuela para trabajar, aunque algunas mujeres han deseado volver a estudiar no lo han hecho. En San Lucas, las participantes han solventado las carreras profesionales de sus hijos e hijas; en Oxchuc no ocurre tal fenómeno. Las mujeres no suelen tener más allá de cuatro años de escolaridad, en promedio. Dos artesanas en una localidad de Oxchuc tienen historias similares a las descritas antes: am- bas son jefas de hogar, tienen un solo hijo (una de ellas es abuela, la segunda tiene un menor de un año). Fueron abandonadas por los maridos: en el primer caso porque “ya no daba más hijos” y en la segunda participante la argumentación es un tanto distinta. Tras un embarazo de alto riesgo que concluyó mediante cesárea el marido argumentó que no es buena mujer -no aguantó dolor hasta parir vía vaginal, como hacen las buenas- y tiene la “panza rajada, fea” (sic). Ambas participantes pertenecen a un grupo de mujeres que teje en telar de cintura prendas de vestir, para vender: huipiles, rebozos, en su mayoría. Las mujeres tejen durante la espera de que se cocine el frijol, de que cese la lluvia; hilar en espera de que oscurezca para ir a dormir, hasta que la luz alcance. Las mujeres reúnen cada tres o cuatro meses un conjunto de prendas que entregan a una intermediaria. Las dos últimas ocasiones la intermediaria no ha cubierto el costo de las prendas, lo que ocasiona descontento e inconformidad debido a que ellas recuperan la ganancia para reinvertir en materiales, sin los cuales no obtendrán la exigua ganancia. Aunque todas las mujeres aprenden a tejer desde temprana edad, únicamente quienes tie- nen un excedente -en efectivo- pueden invertirlo en materiales para elaborar prendas y vender- las. Esta actividad productiva va mucho más allá de obtener una ganancia monetaria puesto que representa un motivo sufciente para salir a comprar el material, establecer contactos con perso- nas fuera del espacio doméstico y desarrollar habilidades para la negociación. Un elemento identifcado en las entrevistas y que parece contradictorio es que los hijos/as son un motivador y un obstáculo para el crecimiento laboral de las participantes (Burin, 2007). Cuando pequeños los hijos actúan como un ancla que mantiene a la madre dentro del espacio doméstico, las limita a realizar actividades productivas exclusivamente dentro del hogar: lavar o planchar ropa ajena, cocinar algunos productos para vender a la puerta de la propia vivienda. Cuando jóvenes, las mujeres sueñan con salir del paraje, tener otras oportunidades, sin embar- Universidad Autónoma de Chiapas