Page 112 - Fútbol y globalización
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FÚTBOL Y GLOBALIZACIÓN
112 MEDIOS, MERCADOS E INCLUSIONES
los actores en un escenario mundial, nos hallamos ante la exigencia de voltear la mirada hacia las
prácticas discursivas que se realizan en torno a las prácticas deportivas. Como ha insistido Hall
(1997, p. 1), “el lenguaje es el medio privilegiado a través del cual ‘damos sentido’ a las cosas,
sentido que es producido e intercambiado”.
Para añadir la intersección del género a la encrucijada entre práctica deportiva y práctica lin-
güística, me gustaría partir, con Lomas (2004, p. 9), de una cita de Tannen (1998), quien afirma
que “las palabras importan. Aunque creamos que estamos utilizando el lenguaje, es el lenguaje
quien nos utiliza. De forma invisible moldea nuestra forma de pensar sobre las demás personas,
sus acciones y el mundo en general.” Las encrucijadas entre lenguaje y género han sido amplia-
mente abordadas y su profundización ha jugado un rol de primer orden en la lucha por una socie-
dad más equitativa. Contribuir a desentrañar la manera en que el lenguaje perpetúa la dominación
masculina, como recuerda Lomas (2004, p. 17), “sigue siendo una labor ética y política.” En este
sentido, cobra relevancia “la indagación sobre el papel que desempeña el lenguaje no solo en la
comunicación entre personas, sino también en su representación del mundo y en la regulación de
las conductas humanas” (Lomas y Arconada, 2003, p. 146).
Una vez establecida la pertinencia de discutir el deporte desde los cruces entre cultura, len-
guaje y género, cabe preguntarnos qué implica el que construyamos el fútbol en códigos masculi-
nos. Bourdieu y Wacquant (1995) consideran que la autoridad para imponer poder sobre el otro
proviene de la capacidad de construir a ese otro al enunciarlo mediante el lenguaje. De ahí que
Binello, Conde, Martínez y Rodríguez (2000, p. 34), al hablar sobre el rol de la mujer en las di-
námicas del fútbol actual, reiteren que, “si el fútbol es narrado por los hombres, es el discurso del
‘otro’ el que definirá el campo de las prácticas de las mujeres, sean estas espectadoras massme-
diáticas, deportistas, asistentes a los estadios, hinchas militantes o barras bravas”.
Ahora bien, en un escenario de dinámicas tan globales, como lo es el Mundial de Fútbol, re-
sulta de apremiante atención el discurso que se emite desde los medios de comunicación, ya que:
a través del uso lingüístico cotidiano y del discurso de los medios de comunicación y de la publicidad se
construyen y difunden hasta el infinito los estereotipos de género y se impone a las personas una deter-
minada manera de entender el mundo y las relaciones entre hombres y mujeres (Lomas y Arconada,
2003, p. 150).
Hallmann (2012), desde un marco psicocognitivo, ha estudiado la forma en que estos es-
tereotipos se difundieron a manera de imágenes en el marco del Mundial de Alemania 2011.
Universidad Autónoma de Chiapas